Al final no fueron ideologías… ni razas ni credos. No fueron Izquierdas ni Derechas. Capitalismo, Comunismo, Democracia, Tiranía, Populismo …, No, al final fue la Palabra.
Tal como vaticinara George Orwell, Verdad, Libertad, Paz, Justicia y otras tantas se volvieron el campo de batalla mundial.
Adueñarse de ellas era más importante que conquistar países o territorios.
En un mundo cada vez menos instruido y más adoctrinado conceptos como “Liberar al país vecino de su tiranía (elegida por sus propios habitantes)”, o “Liberar a nuestro pueblo de la influencia de tal o cual cultura extranjera” son frases de poder… lamentablemente “liberar” se efectúa sometiendo por medio de la fuerza de las armas.
Si no es así, como entender que, en mi país, por ejemplo, se aplique un “Impuesto Solidario”?. Semejante oxímoron, fue creado y votado por legisladores que curiosamente no son alcanzados como contribuyentes para dicho impuesto.
Como en la pesadilla Orwelliana solo resta la creación del ministerio de la Verdad (ministerio de propaganda del gobierno), o el ministerio de la Paz (Ministerio de guerra).
La guerra está en desarrollo. Los vencedores solo tienen que poseer esas palabras y la única herramienta que nos queda para defendernos es la cultura.