Reflexiones
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Queriendo conocerme mejor concluyo que soy la actriz que actúa según el papel que le toca representar. Es bueno llegar a esta conclusión para que lo asimile la monástica meditadora. Aprecio enormemente las enseñanzas que imparte en you-tube el Lama Richten: estoy en el teatro de la vida y cada situaciòn me coloca en el lugar que me corresponde.
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Leo poco o nada los libros traducidos al castellano. Me molestan los deslices del traductor que me colocan en la actitud del cazador de errores. Ahora leo casi todo en italiano, sobretodo a los autores israelíes. Las traducciones entonces no me molestan porque no siendo el italiano mi lengua madre no noto los defectos.

**Actualmente mi entretenimiento es el juego del Scrabbel, soy mala porque a pesar de mi capacidad para anagramar soy una pésima estratega que con las torpes movidas beneficio a mis contrincantes y no aprevecho las casillas más valiosas del tablero. Algunos me preguntan amablemente ¿por qué me favoreces? ¿qué les digo, que soy altruista y que ayudar a los demás es una conducta que me impone el karma?
No, llego a la triste conclusión de que juego mal y punto, y la causa de favorecer al contrario no es altruísmo sino incapacidad. A pesar de todo me encanta jugar.

**En esta época del año amanece un dia despejado y otros tres nublados. No se puede confiar en el tiempo en el otoño, el verano sí que es coherente: Calor, CAlor CALOR.
Me parece que el otoño me contagia las ideas y los estados de ánimo de F.Pessoa,el autor portugués melancólico y deprimido por excelencia. Faltaría solo que me invente unos cuantos heterónimos .

**Una de las manías de esta cuarta edad mía es que si me desvelo no me quedo en cama con los ojos abiertos de par en par esperando que una hilacha de sueño me conduzca otra vez a los brazos de Morfeo, sino que me levanto, barro-,limpio, leo o juego hasta que retorna el sueño.

**Cecilia me hizo notar que cuando me proponen algo, de cualquier tipo: un paseo, una salida, un cambio en la casa ,una compra… respondo siempre No. A menudo lo cambio por un si después de haber levantado mi muro defensivo con la negativa. Aprendo: tengo que saber amoldarme a los acontecimientos sin tanto miedo. Miedo porque cada propuesta comporta un cambio en mi rutina y lo nuevo me desequilibra, miedo porque se hacen más evidentes mis limitaciones y cambios físicos. (nunca fui una belleza pero lo que es ahora…)
Cuando acepto un cambio empleo cierto tiempo hasta que se reestablece la calma en el estanque.

**Ahora ya no pienso más en si me leen o en quién me lee. Este pseudo-diario es mi válvula de escape.No soy la monja de reclusión, soy polifacética y me toca a turno ser la anciana que ama la soledad, que chambonea en el Scrabbel, que se dedica a su jardín , que juega con los bisnietos y también es la que en un evento familiar deja el andador a un lado para bailar airosa el sirtaqui de Zobra .