A veces me pregunto qué voy a sentir
el día que le diga adiós para siempre
a la mujer que dejó huellas en mi corazón
y sin razón borró sin ningún dolor.
No sé qué será más doloroso
si decirle que se vaya y no vuelva más
sin importarme que el camino sea peligroso
o rogarle que vuelva a ser amorosa como antes.
Su amor fue de dos colores
uno bien claro otro bien oscuro
Su amor fue de dos sabores
uno bien dulce otro bien amargo.
Primero me hizo probar la miel de sus labios
luego sus dardos bien envenenados
ella era una mujer sabia y muy dulce
al paso del tiempo se volvió amarga y obtusa.
Me discute sin tener argumentos válidos
cuando le pregunto por qué cambio tanto
sus respuestas no tienen sentidos claros
ella no sabe amar con sentimiento puro.
Después de quererla tanto ya no la soporto
si le permito me abrirá una herida profunda
no le importará que muera bien pronto
hace rato que ya no le importo un bledo.
Hoy le diré que se vaya bien lejos
le desearé lo mejor del mundo
ojalá donde llegue no vaya a romper espejos
eso le traerá mala suerte en pocos segundos.

AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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