Los que quedamos tenemos una misión: escribir. Un día se termino la pandemia. El virus se fue debilitando cansado del huesped. Como si se hubiera dado cuenta que no necesitaba matarnos. Nosotros solitos podemos. Subimos la temperatura del planeta. Ensayamos una guerra, que aun sin terminar, amenaza ya con un holocausto nuclear.
Por eso tenemos que contarlo, a nuestra manera. No piense que vas a cambiar las cosas. No nada de eso. Esto no tiene marcha atras. Solo te queda el consuelo que quedemos unos pocos. Esta ya escrito, despues del apocalipsis viene la salvación. Eso te dijo el Testigo de Jehova el domingo. Esta en la Biblia te explica, mientras te da unos folletos coloridos con caras felices.
Pero vos ves otra cosa. Los alucinados por la droga, la violencia que se expande, los indigentes que se multiplican. Por eso se te mete en la cabeza que tenes una misión. El fin de los tiempos para vos todavía no esta escrito. Recién empieza.
Nos sacamos el barbijo de la boca. Quizas con suerte, con mucha suerte, nos saquemos un día la oscuridad del cerebro.
Entonces si, quizas estemos a tiempo.