La traviesa Tomasa
Esto ocurrió en el aula del segundo grado, donde estudiaba Tomasa. Tomasa era una pequeña niña alegre que le gustaba divertirse mucho y
hacerles bromas a todos sus compañeros de clase.
Ella aparentemente parecía una niña muy tranquila y buena, pero ella era
muy traviesa y siempre se distraía mucho en clase tramando cuál sería su
próxima travesura.
Tomasa, siempre molestaba a su maestra interrumpiendo la clase, pidiendo ir al baño, la profesora tenía mucha paciencia con ella y trataba de entender
y justificar el mal comportamiento de Tomasa.

Un día Tomasa en una cajita se le ocurrió llevar muchas cucarachas
grandes y espantosas, y se le ocurrió soltarlas disimuladamente en medio
del aula, ya se pueden imaginar todo el revuelo que se armó en ese momento, la profesora y todos los niños empezaron a correr de un lado a
otro. Ella se reía al ver a todos corriendo desesperadamente.
La profesora se dio cuenta qué había sido Tomasa, qué de inmediato le puso un castigo y le puso hacer una plana que decía:
No debo portarme mal en clase, ella muy enfadada hacia la tarea que le había dejado la maestra,
pero en ningún momento pensó en dejar de divertirse con sus ocurrencias y
sus malas bromas.

Otro día, a Tomasa se le ocurrió colocar una goma de mascar en las sillas
de sus compañeras, que estaban cerca de ella, cuando sus compañeras se
sentaban, sin darse cuenta la goma de mascar se les quedaba pegada en la falda, ellas al darse cuenta de lo que les había hecho Tomasa, empezaban
a gritar por la mala acción de Tomasa y se armaba de nuevo un gran revuelo en el aula, e incluso la maestra tenía que llamar a los padres de
Tomasa, porque ya no sabía qué hacer con las travesuras de ella.

Pero a Tomasa nada le causaba tristeza y ella más bien se divertía con las
bromas que les hacía a todos sus compañeros, y por ningún momento
pensaba en cambiar.

Otro día todo estaba muy tranquilo en el aula, hasta que de repente ingresó el director de la escuela, de mediato Tomasa se puso a pensar en una de sus
travesuras, y en ese momento empezó a inflar un globo y luego lo reventó produciendo un gran ruido, que hizo que el director diera un salto que llego hasta el techo.

Tomasa se empezó a reír mucho de la travesura que había hecho, al igual que todos sus compañeros de la clase, así que la maestra ya no pudo soportar más y le tuvo que poner un castigo severísimo.

Tomasa fue castigada sin recreo por un mes y fue eso lo que más le dolió a ella, Tomasa veía como todos sus compañeros se divertían mucho jugando y
corriendo libres por todos lados y ella sentada en una silla de su aula por un mes sin poder salir, así pudo ella aprender la lección de todas sus malas acciones que había hecho. Y lo más importante fue que ella extrañaba mucho jugar y divertiste con todos sus compañeros, que después que le levantaron el castigo Tomasa, le prometió a su maestra que ya no se iba a portar mal nunca más.


FIN