Somos fuertes parte 2

Mientras ella tomaba un baño y lloraba por lo había pasado, el teléfono sonó. No quiso contestar, no podía.
Un poco más tranquila, respondió el teléfono.
- ¿Nuria? – preguntó Emilio del otro lado de la bocina – ¿por qué no respondes?
-Cariño, perdón – respondió ella – ¿Qué pasa?
- ¿Estás ocupada?
-Me levanté tarde. A las nueve de la mañana. Ya no llegué a esta ponencia. Salí del baño.
- ¿Cómo estás?
-Bien. La verdad es que me costó mucho dormir. Siempre he dormido acompañada – no quería inventar tanta cosa.
-Lo sé - suspiró Emilio – ¿ya viste las noticias?
-No ¿Qué pasó?
-Hubo un incendio en el panteón “las cruces” en el que está enterrado mi papá.
- ¡No lo sabía! – dijo sorprendida.
-Dicen que no quedó nada de las tumbas. Al parecer fue por una toma clandestina de gasolina.
-Vaya. Y ¿Qué piensas hacer?
-No lo sé. Dice mi mamá que espere a que pase un tiempo.
-Amor. Sabes, me tengo que apurar.
-Sí, perdón. Todo va bien por acá. No te preocupes.
Con el estómago revuelto y con todo ese problema encima se preparó para el congreso.
Ahí le dijeron que su semblante era preocupado, ella se excusó que había dejado a su hija Camila de meses y su hijo Alex había estado en el hospital.
Revisó en las noticias lo que había pasado, estaba muy asustada. El lunes por la mañana llegó a la casa, con un tremendo vómito. Dijo que había comido unos camarones en el hotel. Israel dijo que probablemente un camarón le había caído mal y necesitaba antibiótico.
-No es necesario – dijo Nuria. Sabía que no era infección, era culpa.
-Pero, mira nada más el vómito que tienes – Israel le dijo en el baño.
-Me recuesto un rato y ya.
Una semana después, en las noticias dijeron que la mayoría de los cuerpos habían sido calcinados y no había rastro de nada. Todo había quedado en cenizas.
Nuria cargaría con la culpa, pero la policía nunca encontraría nada sobre Fabiola. Ese sería el peor castigo para esa mujer, que su muerte quedara impune.
Emilio pensaba que Nuria estaba así porque pensaba que encontrarían el cuerpo de Fabiola. El hombre no sabía lo que provocó su esposa.
Israel escuchaba que el papá de su papá había muerto hacía muchos años y que su cuerpo ahora estaba calcinado por el incendio, no entendía muchas cosas, él estaba más preocupado por colocarse en el hospital de cirugía bariátrica, esa sería su especialidad.
Los amigos salieron a un antro. Querían olvidarse de todo, aunque Flavio era médico adscrito al hospital también le gustaba divertirse.
Después de una noche de baile y besos muy calientes, Francis le propuso a Flavio ser parte de su trío sexual y convertirse en un cuarteto. El médico dijo que tenía mucho morbo de ser parte de esa experiencia y que sería una nueva forma explorar su sexualidad.

Continuará…