Me pregunto ¿hay mesura en las cosas de la vida? Escribo, soy descuidada para llevar bien el tema, los acentos, las comas, la lógica. Mi imaginación no tiene límites, unida a la emoción que me fatiga y me domina.
Es curiosa mi manera de ser, sé que no todo sale como pan caliente, no es indiferencia, es puramente despiste, estoy ausente, no corrijo, sigo esa manera intrínseca de permanecer del lado inquietante, donde dejo todo, y nada.
Un juego con las palabras, con las pausas, encandilada, sedienta de muchas letras; así me voy perdiendo en esa maraña, y nada más.
Los años pasan, los momentos también, y las letras me sacuden, me interpretan tal cual, digamos. ¡Que me permiten esta carga intolerable de maltrato!
Pido a todas disculpas por mi retraso…Ya no puedo cambiar.
A-M-R
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