Mientras tú dormías era yo quien soñaba, que en mis brazos el dolor se espantaba. Que era hermosa la vida y no nos faltaba nada, porque nos teníamos el uno al otro y solo eso bastaba. El ruido de la realidad me despertó y ahora con los ojos abiertos veo tu enojo con los días y vuelvo mejor a mi sueño.
Texto agregado el 24-10-2022, y leído por 98 visitantes. (1 voto)