Había burlado a la muerte más de siete veces; por eso le decían gato. Esta vez la muerte lo tenía contra la espada y la pared; ahora se lo llevaría a su reino de ultratumba. Antes que se lo llevara se atrevió a pedirle el último deseo. Ella se lo concedió. Él se despertó pronto y volvió a burlarla una vez más.

POR SU COLOR LO DESPRECIABAN

Todo en él era negro; sus ojos más negros que su piel. Por su color lo detestaban y lo hacían a un lado; solo volvieron a tratarlo como un ser humano, después que les mostró su alma blanca.

AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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