Un día lo mandaron a donde ya sabemos; como no estaba seguro que ese lugar existiera; para salir de dudas le preguntó de inmediato a su voz interior:
-¿Será que ese lugar existe?
Su voz interior le respondió:
-Más de lo que tú crees.
Sin pérdida de tiempo empezó a buscarla por toda Bogotá y nada que la encontraba. Estaba a punto de renunciar a ese propósito, pero antes de rendirse le preguntó a un agente del tránsito si esa dirección existía o solo le estaban tomando el pelo. El agente del tránsito le respondió pronto:
-Estás a dos cuadras de ésa mierda.
Ramiro aceleró el pasó y no tardó en llegar. En la puerta de ese edificio majestuoso decía: Congreso de la República de Colombia.

AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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