Veo la casa, siento los grillos cantar, y cuando amanece el sol besa la tierra.
Los bosques jubilosos lleno de árboles, pájaros y flores, de cortinas muy verdes se reflejan en el río, con su caudal de agua solitaria pero lleno de vida.
Brisa en armonía, colores que iluminan sueños de princesas.
Dibujando esas aguas te veo entretenido, como un niño jugando a la vera del río.
No presientes mi llegada, yo, mariposa alada me detengo a tu lado, te beso enamorada.
Al sentir la nostalgia que sembraron los vientos en ese ayer lejano, pliego las alas y vuelo a buscar el pasado.
El misterio del tiempo, de innumerables pasos que dimos escondidos, en aquel nido donde quedó anulado, nuestro amor atrapado, entre mares profundos de aguas absortas, pérdidas.
La imágen se cuelga de mis alas doradas, y sigo tu disfrute en la vera del río. Languidece la tarde, el interior del tiempo cierra sus páginas.
Al final, las luces del ayer ya se apagan, los suspiros bajan a aceptar que fuimos dos almas alocadas, y vuelo perdiéndome en el agua alejada de tu alma…
A-M-R
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