La presentadora del noticiero llegó ese día más bella que nunca. Al verla, muchos de los televidentes empezaron a suspirar. No era para menos, no solo era una diosa de carne y hueso, sino una buena lectora de noticias. Su dicción era perfecta; hacía las pausas en el momento preciso que se deben hacer. Su lenguaje corporal era acorde a lo que leía; su voz era muy dulce.
De las noticias regionales pasó a las nacionales y de ahí a las internacionales; noticias que no eran buenas, pues por todas partes quería encenderse la guerra. Viejos decrépitos de traje y corbata estaban dispuestos a encenderla. El día que la enciendan correrán como ratas asustadas a esconderse en el primer hueco que encuentren.
Después de leer las noticias internacionales pasó a leer las noticias deportivas; esta chica era muy versátil, todo lo hacía bien. Estaba leyendo la lista de candidatos para ganar el balón de oro; premio que cada año otorga la FIFA al deportista más destacado de la última temporada. Ya estaba por terminar de leer la última noticia; de repente una mosca voló hacía su boca; en breves segundos tomó la decisión de vomitarla estando aún al aire dijo:
-Cómo es que esta mosca hijueputa me viene a hacer esto.
A la hora del suceso asqueroso fue despedida. Al mes la volvieron a llamar, pues al fin de cuentas necesitaban que alguien con experiencia contara de una manera magistral toda la mierda que pasaba en el mundo. Ella era la más indicada para hacerlo, pues la chica que contraron para remplazarla aún ninguna mosca se le había metido en la boca después de haberse posado primero sobre las heces y luego en los labios del presidente de la República, experto en hablar m...

AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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