Después de la nada hay un camino.
La recuerdo como las sendas oscuras del bosque,
como la noche,
como el borde que se estrella en el horizonte
y se sienta ante el abismo vacío de mar, vacío de sol.

Después de la nada está lo absurdo.
La he visto a los ojos,
sumergida en la indiferencia y la vana espera,
como el perro viejo,
que ya no quiere caminar ni ver más.

"Nada importa"
Podrá leerse como la completa desesperanza
o como una declaración de importancia
del canto que susurra el viento caótico.

Después de la nada hay un camino
que, entre la destrucción y el amor,
tendrá el calor de tu mirada
y el temperamento de tus pies.

Sin fin y después, la nada dará un ejemplo
a los que naden en sus profundidades,
y vean en ellas su abandono o su constancia.