Hoy en día, las emociones que me desbordan son más intensas de lo que fueron hace años atrás. Ya pensaba yo que mi vida estaba destinada a no tener más opción que sumirse en la resignación, y de repente todo se vuelve inmenso, inmersivo.

Tengo cansancio, lo sé. No quiero pensar que sea algo más. Solo cansancio, por no dormir, por agitar el cuerpo interna y externamente. Solo cansancio, nada más.

No quiero atraparme en pensamientos oscuros que alguna vez quisieron atrapar mi mente. Solo quiero pensar que esto es "cansancio".

Si bien lloro un rato, tratando de desahogar los males de esta vida a veces infortuna, al final del día, mis lágrimas son tibias, porque el amor que ha conseguido abrazarme este último tiempo, le ha dado la cobija y el calor necesario a mi ser interno para desahogarse y seguir.