En el pueblo donde ocurren los hechos que estoy a punto de relatarles, al oeste del país, donde todavía lo místico y lo surreal están a la orden del día, presencie con mis propios ojos como se cumplió una predicción dada por un espíritu burlón a mi patrona.
Hace algunos años que trabajo con una anciana en una casa de antigüedades; con los años nos hemos vuelto muy unidas y afines, y sinceramente creo que he entrado a una zona de Confort, las comisiones suelen ser muy buenas, y he llevado una vida alejada de la ciudad, tranquila, sin muchos lujos, pero tengo lo ideal para terminar mi vejez.
El día en cuestión estaba húmedo, uno de esos días grises donde llueve todo el día, pero no esas lluvias fuertes, sino mas bien una llovizna, donde las personas deciden mejor no salir, y procrastinan sus diligencias para cuando el clima mejore.
¡Maldita sea! – Exclamo la adorable ancianita
Solo levanté la mirada, para ver que le ocurría, no era inusual estos arranques, a veces la pobre anciana reaccionaba a experiencias pasadas, como si las estuviera viviendo en ese momento, pero generalmente eran hechos pasajeros, sin la mayor relevancia.
-María, debemos cerrar la tienda e ir a despedir a mi hermana, mañana a las 2 en punto morirá – Dijo muy tranquila mi jefa.
La hermana de la señora tenía un marcapaso, y solía sobresaltarse con cualquier cosa, pero los médicos le dijeron que estaba bien, y que viviría muchos años, a parte de eso, era una mujer fuerte, joven, y sana.
-OK - le respondí, como que si aquella cosa no fuera lo mas descabellado que haya oído nunca; Recordé el día de mi entrevista.
Tenía mi esposo quizás dos o tres días de haber sido enterrado, y tal vez unas 10 horas desde que mi hija mayor me manifestara sus deseos de viajar a Chile con su esposo; un joven y encantador banquero que si bien estaba enamorado de mi hermosa primogénita, no lo estaba tanto como para cargar con la madre de aquella chica; que además tenia una severa adicción a conducir vehículos a alta velocidad, velocidades realmente altas de veras, situación que me había traído uno que otro problemilla, con la justicia, pero bueno, eso es otra historia; lo cierto es que solo estaban esperando el fallecimiento de mi querido Jaime, que llevaba ya 6 meses luchando con una terrible enfermedad que le consumió el cuerpo, y el alma.
Puede disponer, de todos los equipos de la casa como tuyos propios , las comisiones serán del 40% de las ganancias de la tienda, además de tu sueldo fijo, que será muy sustancioso, pero debes acompañar a mi madre en todo lo que se le ocurra, serás su fiel compañera, y te aseguraras de su bienestar, pero hay algo que no debes hacer jamás y es cuestionar cuando te ordene algo , así te parezca no tener sentido – Debo confesar que en ese momento me dio un escalofrió por todo el cuerpo, ¿Qué sin sentidos me pediría la ancianita?, en fin, ese día conseguí este empleo.
¿Boletos listos? - Si señora
¿Ropa de luto? – Siii
¿Rosario? – aja
¿El vehículo nos estará esperando a penas bajemos del avión? – Tal como lo ordenaste
No puede haber retrasos Matilde, es muy importante que lleguemos antes de que muera, es mi hermana, entiéndelo, debo despedirme - me insistía la jefa una y otra vez.
Viajamos 8 horas en avión, atravesamos, medio país en menos de 24 horas, para ir al lugar donde se encontraba la hermana de la señora, una mujer perfectamente sana, de 34 años , que entre todas las cosas que tenia planeada, morir era la ultima, pero como me pagan por obedecer, y no cuestionar, pues obedezco y no cuestiono.
-¿No deberíamos al menos llamar a la señora Rosa, antes de llegar así de imprevisto? – le sugerí por enésima vez a la ancianita, mientras veía el paisaje de ensueño que tenía delante.
-No hemos venido a interrumpir la muerte, mi espíritu burlón me ha dicho que me daría la oportunidad de ver a mi hermana antes de morir, su muerte es inminente – decía ya con voz alterada, mientras sus ojos se desorbitaban.
- no espero que lo entiendas, solo se que debo verla, antes de que se vaya –
-Señora, hablo el chofer de la camioneta que había sido dispuesta para nuestro inesperado viaje – Tenemos un problema, las calles están cerradas, no llegaremos a tiempo si nos vamos por la autopista -
- Entonces devolvámonos –
Ahora que lo pienso, nunca debí contradecir a la señora, pero es algo de sentido común no, si habíamos viajado tan lejos, y nos habíamos tomado tantas molestias, por su puesto que podíamos llegar, aun quedaba 45 minutos para las 2, y por autopista lo normal es 1 hora y media, pero que si conduzco yo? , de verdad soy una loca de la velocidad.
- Deme ese volante amigo – le dije al conductor
El hombre no estuvo muy de acuerdo, pero al ver que la señora asentía levemente, no se atrevió a contradecirla, he de acotar que de verdad no me había sentido tan viva desde hace muchos años, íbamos a 180 K/h el autopista estaba solo, y entramos al pueblo donde se suponía iba a morir la señora Rosa, cuando de pronto ocurrieron una serie de sucesos rápidamente. Un niño cruzaba la calle, el chofer gritaba advirtiéndome, y una pareja de edad media iban caminando pacíficamente por la acera, pude frenar, pero la inercia me lo impedía, en cuestión de segundos, pensé la trayectoria correcta, para evitar al niño, y pasar muy cerca de la pareja sin tocarla, si lastimar a nadie, y justo a la 2:04 pm estábamos frente a la casa de Rosa, la hermana de mi jefa , 4 minutos tardes.
- Todos lloraban en la sala – hemos llegado tarde dijo la jefa, no puede ser, pero mi espíritu dijo que yo estaría cerca de ella al morir.
- Tía, mama acaba de morir - dijo uno de los hijos de Rosa
- ¿Dónde está?, dijo la ancianita
- en la entrada del pueblo, un vehículo venia muy rápido, y le ha pasado tan cerca, que dé la impresión ha muerto de un infarto. |