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Inicio / Cuenteros Locales / La_Columna / Cómo atraer la Buena Suerte. Las claves para ser feliz. Y sin parecer idiota (por Salvador Jelpmi)

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De todos es sabido la abundante proliferación de libros que pretenden indicarnos cuál es el camino de la felicidad. Sin lugar a dudas, todos tienen una buena intención. Pero no todos aciertan, incluso los hay que se quedan lejos de darnos verdaderos buenos consejos. ¿Por qué? Porque para acertar con las claves de la vida hay que disponer de una profundidad intelectual que tan sólo unos pocos privilegiados poseen. Y uno de ellos es sin duda Salvador Jelpmi. Así que damos paso hoy en este espacio a las sabias palabras de tan insigne hombre, que nos iluminará sobre un tema tan apasionante como la Suerte, cómo adquirirla, y cómo conservarla. Disfruten, amigos.

Moebiux



Cómo atraer la Buena Suerte. Las claves para ser feliz. Y sin parecer idiota, que parece que no pero tiene su importancia, oiga.
Por Salvador Jelpmi

Muchos son los que buscan las claves para encontrar la Suerte. Bueno, la buena, porque la mala es odiada por todos. Es decir, todo el mundo espera que le toquen varios millones de euros en la lotería, pero no hay ningún insensato que desee que le toque una fisura en el ano, por ejemplo (aunque está el caso de mi tío Rebob –llamado así por su tartamudez, que siempre decía llamarse Bo-bo-bob, por lo que cariñosamente los primos Warren –unos salvajes capaces de arar un campo arenoso con los dientes y contar chistes de judíos de Brooklyn como si tal cosa- comenzaron a llamarle Rebob- pues como iba diciendo, mi tío Rebob fue el único que he visto desear que le saliera una fisura en el ano, pero lo hizo para librarse de la guerra del Vietnam, y eso a pesar de que la guerra se había acabado quince años atrás y que el tío Rebob tenía ya más de 80 años, además de un pasaporte polaco y un carnet de la biblioteca de Cracovia).

Entonces creo que estamos todos de acuerdo en que deseamos tener la Suerte y que nos sucedan cosas buenas. Por eso voy a darles aquí las claves para conseguirlo. Lo llamo Claves para Conseguir la Suerte. Vale, me dirán que no soy muy original, cierto, ¿pero qué pretendían? ¿Qué les llamara Claves para Mantener el Horno Limpio? En fin, vayamos al grano.

Clave primera: Muchos son los que desean la Suerte, pero pocos son los que la consiguen. Además, el pudding de tía Eleonor está siempre seco.

Con esto quiero decir que lo primero que tenemos que tener claro, es que no todos tienen suerte, porque si todos tuviéramos la misma Suerte nadie se quejaría. Y la prueba es que a tía Eleonor siempre le sale el pudding seco: quizá no tenga mucho que ver, pero es un asco (mala Suerte) para los que nos toca ir a comer a su casa en domingo. Con lo fácil que es hacer un pudding decente, por Dios.

Clave segunda: Si quieres que la Suerte te persiga, ponte delante de ella. O dale un buen susto. O hazle burla, pero haz algo, cretino.

Aquí está claro, la Suerte tienes que conseguirla. No viene por correo gratis, lo juro. Yo ya debo haber enviado unos trescientos mil sobres de esos que dicen que te ha tocado un premio, y nada. Ni tan sólo un sello. De todas formas seguiré intentándolo. Mientras tanto, si alguien necesita una vajilla japonesa, una colección de relojes alemanes, un expositor para vasijas de barro africanas o cualquiera de los trescientas mil colecciones a las que me he ido apuntando con la estúpida idea de que me iba a tocar algo en los sorteos esos, que por favor se ponga en contacto conmigo. Manden respuesta y adjunten un euro a mi apartado de correos. Gracias.


Clave tercera: no te fíes de los que te ofrecen la Suerte. Sobre todo si comen bocadillos de salami. Tampoco te fíes de los te echan las cartas. A menos que sean carteros. En eso caso, déjalos, están haciendo su trabajo, y son honrados, en serio.

Hay loterías para todo los gustos, pero recuerda: siempre toca a los demás. Así que nunca te tocará a ti, sobre todo si te vende los boletos el Gordo Blacky, un ser inmundo que ha nacido para comer salami. Yo creo que no digiere otra cosa. Tan sólo salami. Y para hacer chistes sobre la forma de mi nariz, que según él “recuerda tanto a la de un cerdito”. Este tío me da miedo. Me mira de forma extraña mientras muerde su bocadillo de salami. Espero que cualquier día se atragante. O que le atropelle un autobús. O las dos cosas a la vez. Por otro lado, los hay que te ofrecen cosas como sortilegios, o adivinar el futuro, o te ofrecen amuletos. Desconfía también de ellos. A no ser que te ofrezcan patas de conejo. Pero exige que sea con el conejo entero. Y vivo. Así podrás hacerte un arroz con conejo exquisito.


Clave cuarta: si todo te va mal, será cuestión de que cambies todo para atraer la Suerte. Si no puedes cambiarlo todo, prueba con la tapicería del sofá. Después pasa a cambiar de esposa o marido. O al menos cambia a tu cuñado Richard, que no hay quien lo soporte.

Yo creo que esta clave está clara: si las cosas te van mal, la culpa es de tu cuñado. El mío se llama Richard y es sencillamente odiable. De hecho yo sería partidario de aplicarle la inyección letal, la silla eléctrica, la cámara de gas y el fusilamiento todo junto, para que no quedaran dudas. Y pagaría gustoso que lo embalsamaran, lo incineraran y lo enterraran después. Creo que mi suerte cambiaría. Y, a buen seguro, cambiará la de Richard. Y además para mejor. Voy a llamarle a hora mismo, miren, me he animado. Debo tener una escopeta por ahí. Ustedes disculpen, ahora vuelvo.

Quinta clave, Resumen: el pudding de tía Eleonor es un asco; las cartas de los sorteos son mentira; los tipos que comen salami son sospechosos de ser psicópatas; y tu cuñado seguro que es odioso hasta el asesinato... ¿y qué tiene que ver eso con la Suerte?

Pues eso, que la Suerte es rara. Y... ¿De verdad se pensaban que yo iba darles las claves para tener Suerte? ¿Y si yo supiera esas claves iba a tener que comerme la mierda de pudding de tía Eleonor? ¿Y comprarme todas esas estúpidas colecciones para ver si me tocaba algo? ¿Y soportar al jodido Gordo Blacky y a su apestoso salami? ¿Creen que seguiría vivo mi cuñado Richard? No, amigos, ¡y tanto que no! Lo único bueno que tiene la dichosa Suerte esa es que me permite hacer artículos como este para cobrar un puñado de euros y seguir comprando boletos en la lotería, que el día que me toque se va a enterar el Gordo, el Richard y la madre que los parió a todos, ¡qué leches!

Salvador Jelpmi.


Texto agregado el 09-10-2004, y leído por 5458 visitantes. (7 votos)


Lectores Opinan
23-04-2011 He visto ideas parecidas de mucha mejor forma...Lo único bueno es el pseudónimo...1* LACANIANO
17-01-2011 De verdad que me parece chistoso,me hiciste reir,gracias. teresatenorio50
16-01-2010 Me recuerda a Groucho Marx, muy bueno hasta el seudónimo noseque
16-01-2010 Me recuerda a Groucho Marx, muy bueno hasta el seudónimo noseque
18-10-2008 Jajajajjajaaaaa! menudo tipo el Jelpmi este!!! esto está de libro de autoayuda, oiga!!! xD Me arrancaste una sonrisa. Estrellitas! nayru
11-10-2004 Joer con tu Salvador... que digo yo que el pobre hombre no ha tenido suerte ni con el apellido, el hombre.... lo malo es que yo había pensao que de verdad me iba a decir cómo conseguir que no se me endurezcan los puddines... a ver... dónde está el libro de reclamacionessssssssss!!!! Me he reido mucho... algun día tienes que presentar a éste y al Dante... ya verás la que se va a montar... un besote anapolar
09-10-2004 A la suerte, a la buena digo... se accede por concurso- oposición, de esos restringidos; de los que solo se enteran de que salen las plazas los que ya las tienen asignadas... Que le pregunten a cualquiera de los Botín... El Jelpmi este es que no se entera... eso si, es una putada lo del puding, pobre...Saludos. nomecreona
09-10-2004 Muy buen texto, me lo he leido con una sonrisa colgada del lado izquierdo de la boca. Mis 5* guasarapo
 
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