Somos una familia parte 28

Así es, Israel estaba camino a su casa en el automóvil de aquel médico guapísimo.
Se sentía mejor, pero estaba agotado. Nuria escuchó qué un automóvil se estacionaba afuera. Israel abrió la puerta y los dos entraron.
-Cariño ¿Cómo te fue? – preguntó Nuria - ay pensé que venias solo.
-Mamá, él es el doctor Flavio.
-Mucho gusto – Flavio extendió su mano a Nuria.
-Que tal – comprobó lo que Israel le dijo, su mamá estaba embarazada.
-Descanse – le indicó el médico.
Israel entró a la casa y subió a su cuarto. Abajo en la sala, Flavio le daba indicaciones a Nuria.
-Le voy a encargar que Israel mañana no se presente al hospital. Necesito que descanse. Tiene una terrible infección estomacal. Aquí está la receta.
-Está bien, lo que usted diga – respondió la mujer embarazada.
Por la noche, Oscar se dio un tiempo para llamarle a su amigo, así se enteró de todo lo que había pasado en la noche.
Israel en todo momento negó lo que le dijo su mamá. En la receta estaban los datos completos de Flavio, tuvo la curiosidad de enviarle un mensaje al médico, pero pensó que su mamá sería incapaz de mentirle.
-No me crees ¿verdad?
-Es que él es muy estricto, sería incapaz de pedirte eso.
-Pues, me lo dijo. Oye, ese doctor está guapísimo. Es rubio, alto, de ojo verde. No está nada mal.
-Ay mamá… es… es raro. Tiene un carácter extraño.
Nuria sabía que a su hijo no le era indiferente ese médico.
Al día siguiente, Flavio le preguntó a Oscar sobre el estado de salud de Israel. De inmediato, Oscar le envía un mensaje a su amigo para contarle todo.
Terminando su turno Flavio tomó el camino a casa de Israel. El joven estaba en el escritorio de su cuarto cuando escuchó voces abajo. De inmediato bajó y lo vio en la sala de su casa.
-Le presento, ella es Clara, mi suegra. Abuela de Israel.
-Que tal señora. Mucho gusto.
-Doctor – dijo Israel pisando el último escalón.
-Israel ¿Cómo te sientes?
-Mucho mejor.
-Bueno. Pues ¿se queda a comer? Sí ¿verdad? – le invitó Nuria.
En ese momento, Nuria y Clara se metieron a la cocina, no querían hacer mal tercio.
Los dos médicos se sentaron en la sala platicaron de cualquier cosa. Israel estaba muy nervioso.
Sus amigos festejaban que por fin su amigo se había fijado en alguien. Era difícil porque se trataba de su jefe de guardia. Israel pensaba en él todo el tiempo. Flavio se comportó distinto con sus residentes, aunque seguía pensando que Israel y Oscar tienen una relación, Flavio en el fondo quería conocer a Israel.
Israel le pide a Francis que los visite en el hospital para verse. El plan era que Flavio viera a Oscar a ella juntos. Así fue.
-Mira nada más. Mi doctorcito enamorado de su jefe de guardia – Francis bromea con su amigo.
-Calma, y no te ha platicado que ya comió en su cama – Oscar le comunica a su novia todos los detalles.
- ¿De verdad?
-Mi mamá lo invitó a comer cuando fue a verme a la casa.
-Vaya. Todo lo bueno que trajo la muerte que nuestro querido Alan.
-Lo sé – lamentó la historia de Alan.
- ¿Al menos es guapo?
-Ya lo veras – Israel le dijo a Francis.
El plan era que Flavio viera a Francis y a Oscar comiéndose a besos, cosa que la pareja sabe hacer a la perfección.
Flavio sale a almorzar a las once de la mañana. A esa hora también salieron ellos y la vieron afuera del hospital. El rubio cruzó la calle buscando una tienda y fue cuando los vio. Francis y Oscar se besaban apasionadamente justo enfrente de Israel. Le pareció extraño. Los dos amigos entraron al hospital y el plan continuaba. Flavio entró a la tienda y fue cuando escuchó a la joven.
- ¿Tu eres Margot? – le preguntó Francis.
-Así es ¿tú eres?
-Hola. Yo soy Francisca Joya, pero dime Francis. Francis Joya, soy una joya, lo sé.
-Claro – las dos rieron – tú eres novia de Oscar.
-Así es. Oscar y yo somos novios desde hace cuatro años.
-Oscar me cae muy bien, es muy simpático.
-Lo sé – dijo la simpática de Francis.
-Israel también, es muy listo.
-Oye, hablando de Israel. Tú sabes, mi amigo siempre ha estado solo. Cuando estábamos en la facultad el pobre hombre andaba por toda la escuela estudiando, pero solito. ¿No sabes si hay un médico guapo para mi amigo? – Francis lo tenía perfectamente calculado.
-Pues, la verdad no lo sé ¿Israel es gay? – Margot soltó.
-Así es. Le gustan los chicos guapos. Sexys e inteligentes. Hagamos una cosa. Tú me ayudas a buscarle novio. Ya es hora de que mi amigo conozca a un chico.
-Está bien – dijo Margot con una sonrisa coqueta.
Flavio estaba atento a lo que decía la joven a la que no conocía en persona.

Continuará…