Un día lejano que no recuerdo me apreté a tu costado, y sentí latir tu corazón.
Fue una sensación tan agradable, tan tuya que mi corazón latió al mismo compás.
Nada exprese en ese momento tenía mucho miedo de perderte, no me daba cuenta de ese gran amor que me prodigadas.
El tiempo se fue marchando con pasos de olvido, nos fuimos alejando sin darnos cuenta como una necesidad de sabernos fuertes y auténticos, sentíamos este amor tan especial que esperábamos que nunca muriera.
La juventud se hacía cargo de que ese sentimiento navegara un tiempo, mientras ambos buscábamos momentos diferentes, que la vida que nos regalara un tiempo en en el futuro, creyendo que jamás dejaremos de amarnos.
Descubrimos tarde que esa mentira compartida nos engañaba, y así, cada cual recorrió un gran trecho sin darse cuenta lo que perdíamos.
El tiempo se burló de nuestra inocencia y nos dejó caminar otras sendas.
Al mirar hacia atrás vemos y sentimos lo mal que nos comportamos, al no defender ese gran amor, todo se perdió sin remedio.
El recuerdo vive permanente en mis sentidos, vive en ti ya que siento como aquel día tu corazón latir fuertemente junto al mío…

A-M-R