Cuando tuve dinero,
me lo bebi.
Chavela Vargas
Si supiera lo que sé, lo quieren que sepa,
esas verdades que nos matan,
esos consejos que la vida siempre nos da,
esas certezas que siempre nos condenan,
esas serías advertencias con sus doctas palabras,
yo activaría mi desconfianza para autoconvencerme.
Porque vivir el contrafactum de lo que es correcto,
es negar las evidencias y es aceptar la sentencia,
pero quien sabe ahora, ese ya espera acontecer,
y si faltase el tiempo, nos sobrará la paz eterna,
es mejor un legado vivo antes que una consecuencia,
el síntoma más cabal de nuestra propia enajenación.
Y si no ver la verdad es mentirse, vamos a hacerlo,
porque nos podemos doblegar al destino que dios dará
pero si existe un algo escrito, un camino ya trazado,
nunca nadie nada nos lo preguntó;
y así a nadie entonces debemos responder.
Mas, si la respuesta a nuestra respuesta
es obvia desobediencia e insumisa contestación,
asumida página para un próximo obituario,
cojamos ya el deslenguado óbolo para la última recta
y vamos a hacer el sprint final sin temor,
declarado está el ubi sunt para los que aquí resistimos
JIJCL, 11 de septiembre de 2022
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