Somos una familia parte 25
Roberto se había terminado el dinero de su suegra, la abuela Crisanta. Ese era el dinero que Julieta destinaría para su vejez. Cuando se había terminado el dinero, dejó de aportar dinero a la casa. Se le hizo fácil huir en lugar de enfrentar el problema. Pero ¿A dónde se fue? así es. Roberto tenía otra familia. Una casa chica. En la que tuvo un hijo, mayor que Nuria. La que sabía todo era la abuela Crisanta, un día lo siguió y lo vio, pero nunca dijo nada.
Hartos de él, su otra familia lo corrió de la casa porque no aportaba dinero a la casa. Regresó al edificio para ver a su familia y se llevó una sorpresa.
Rodolfo, un vecino del edificio lo vio llegar y habló con él en las escaleras.
-Roberto ¡qué milagro! – le dijo Rodolfo al bajar las escaleras desde el tercer piso.
- ¿Qué pasa? – pregunta Roberto.
- ¿Dónde está Fabiola? – fue lo primero que le preguntó a Roberto.
- ¡Yo qué sé! No me importa esa vieja.
- ¿No está contigo? ve y dile a su hija dónde está su madre. Adriana lleva años buscándola.
-Ya te dije que no sé dónde está – le grita desesperado.
- ¿Dónde estabas? – le pregunta Rodolfo.
-Me fui con Mari, mi otra familia. Ahí estuve todo este tiempo. ¿Por qué me preguntas eso?
-Todos pensamos que tú y Fabiola se fueron juntos.
-No. Yo tengo mucho tiempo que no la veo.
Roberto abrió el departamento y se sorprendió de verlo vacío.
-Pero ¿Qué pasó aquí?
- ¿Eres o te haces? – le preguntó Rodolfo – dejaste de pagar y los embargaron. Julieta y Gonzalo se fueron.
- ¡Dónde está mi madre! ¡Hijo de puta! Dónde te la llevaste – entró Adriana, la hija de Fabiola. Lo golpeaba.
-Cálmate, estúpida – se defendió Roberto – no tengo idea dónde está tu madre.
-Se fue contigo, perro – le gritó Adriana.
-Ya les dije que no tengo idea de dónde está. No sé dónde está mi familia, menos dónde está tu madre.
-Pero la voy a encontrar y te vas a arrepentir – le amenazó Adriana.
Roberto busca a su familia, la legal. Lo sigue desde el trabajo hasta la casa, así supo dónde trabaja.
-Hijo, necesito hablar contigo.
-Papá. ¡Me espantaste! ¡Por Dios!
-Hijo mío. ¿Dónde están? Ustedes son mi familia.
- ¿Familia? no sabes lo que es una familia – le reclama Gonzalo.
-Llévame contigo.
Gonzalo accede a todo y lo llevó a casa con Julieta.
- ¿Qué hace aquí? – preguntó Julieta.
-Lo vi en la calle y pues, lo traje.
- ¿Dónde estuviste? ¿con esa mujer?
- ¡Que no! No tengo idea dónde está esa vieja.
-Y tú, mírate nada más estás bien vieja – dijo Roberto – prepárame algo de comer – le ordenó Roberto.
Roberto chantajeó a su hijo con la idea de que era el responsable de cuidarlos a los dos. Y Gonzalo accedió.
Aquella tarde, en la casa de la familia Quintana Escalante todo pintaba de color rosa. La pequeña Camila crecía en la panza de su mamá. Todos estaban muy felices. El baby shower fue en patio de la casa de la familia. Estuvieron compañeros del trabajo de Nuria, amigos de Emilio entre ellas estaba Isabela. Algunas personas que van a los cursos con Clara a la iglesia y conocen a Nuria.
También estaban ahí, Francis y Oscar acompañando a su amigo. Los que no estuvieron y no esperaban su presencia era la familia de Nuria, su mamá, papá y hermano.
Las amigas de Nuria de la universidad también fueron menos una. Nuria se enteraría de algo que su mamá hizo.
Continuará…
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