El día apagó la vela
guarde la noche en el clóset
y viajé en el agua
hacia la playa de tus deseos.
Como vela me derretí en tu cuerpo
delicioso derretimiento de placer
que fertiliza tu surco dulce,
después de iluminarte
volvimos a la noche
que invadió todos los espacios
menos nuestras almas.
La noche no infundió miedo
nos incitó a seguir adelante,
la noche se hizo vieja
y semarchó en silencio.
Dormir no es soñar,
soñar es abrir las puertas de la noche
y entrar a sus misterios,
valiente no es el que mata
ni el que se suicida,
valiente es quien abre
puertas condenadas
hasta el fin del mundo
y se adelanta en el tiempo.
La noche dama misteriosa
vestida de negro y desdentada
con lengua muy oscura
que me inspiró estos versos
millones de luciérnagas en la noche.

AUTOR: PEDRO MORENO MORA