Me vestí con el calor de tu recuerdo
como un relámpago visitando al vacío
Porque el amor que inundó
el espacio ardiente de mis pensamientos
brotó de la sal cruda de tus heridas
Pero ahora las heridas son hijas del sueño
Y el sueño es carne
respira, y espía...
Texto agregado el 03-09-2022, y leído por 92
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