Cuenta la leyenda que durante diciembre entre el 24 y 25 un ser regordete vestido de blanco y rojo, con un pelo y barba color blanco, entra por las chimeneas o algún orificio de las casas para dejar regalos a los niños que se han portado bien, en cambio a los que se han portado mal, les deja carbón.

Cuenta con una especie de telescopio para ir viendo a todas las casas donde hay niños y así poder encontrar donde ellos viven y no olvidar alguna, su trineo va tirado por 9 renos siendo Rodolfo el último en integrarse y quien con su hermosa y brillante nariz roja, ilumina el camino…

Dicen que vive en el polo norte acompañado de Señora Claus y sus duendecillos quienes son sus ayudantes al momento de elaborar los juguetes…

Muchos niños tienen la creencia de su existencia, pero conforme van creciendo lo van olvidando, dejando por completo el recuerdo en sus memorias, incluso muchos ni siquiera se acuerdan de él, porque sólo fue un momento fugaz en su infancia, algunos nunca creyeron en él, se desconoce el motivo por el cuál esos niños pasaron por ello, pueden ser muchas razones, pero por ahora no indagaremos en ello, dicen que a una determinada edad se les debe decir que Santa Claus no es nadie más que una leyenda famosa que data de muchos años atrás y que dicho ser no son más que los padres, pero eso es FALSO, aquí hablaremos de la verdad de su existencia.

Santa Claus no es una mentira, tampoco un ser inventado para hacer felices a los niños, él realmente existe, por qué me atrevo a decir esto, porque es cierto, él es tan real como nosotros, vive, y les diré dónde.

Conforme pasan los años y los niños se van convirtiendo en adultos, Santa Claus se da cuenta porque las casas que solía visitar van desapareciendo de su telescopio mágico (así como van apareciendo otras nuevas), y este como forma de mantenerse vivo en cada adulto que en un momento fue niño, se va refugiando en un lugar especial, con el uso de su magia, por eso muchos sienten el deseo de dar regalos en esa temporada, la mayoría no son conscientes de esto, de hecho solo un pequeño porcentaje sabe que Santa Claus vive dentro de ellos, porque pueden sentirlo, a los que no les gusta dar regalos y disfrutar de la navidad es porque su chispa se ha apagado, pero en algún momento de su vida volverá y Santa Claus lo sabe, porque él sigue viviendo en ellos, y espera paciente a su reencuentro con su niño interior.

Así que el deseo o gusto por dar regalos en esa hermosa época, no es nada más y nada menos que Santa Claus quien te inspira a regalar y compartir, y recordarte que nunca debemos dejar de creer, es porque buscó el mejor lugar para vivir, y es nada más y nada menos que el mejor espacio donde nada muere, donde todo se queda con especial recuerdo con la esperanza de una hermosa navidad, y es el corazón.

Esto nunca tendrá fin.