Somos una familia parte 22

Sentada en el laboratorio, la enfermera le dio el paso. Le pincharon el brazo y llenaron el tubo. Al día siguiente tendría los resultados.
Por la mañana, Flavio les entregó el horario de guardias a sus residentes. A Israel le tocaría el martes entrar a las diez de la mañana y salir a las diez de la mañana del día siguiente, miércoles. Pero mientras a él se les asignaban pacientes en el área de cirugía general, su mamá estaba por recibir una tremenda noticia.
-Mi hijo me solicitó que me hiciera esos estudios – le dijo Nuria al doctor.
- ¿Su hijo es médico?
-Está estudiando medicina. Hace residencias.
-Entiendo.
-Él me revisó y fue que me dijo que viniera.
-Hizo bien – el médico le dijo.
- ¿Qué me pasa, doctor?
-Nada. Usted está bien.
- ¿Entonces?
-Aquí veo que tiene cuarenta y cinco años de edad. Eso es lo que me preocupa.
-Perdón, doctor. No le estoy entendiendo.
-Señora, usted está embarazada. Tiene cuatro meses aproximadamente.
- ¿Como? – preguntó sorprendida Clara.
-Sí – confirmó el médico.
-Eso no puede ser. Mi esposo y yo, lo hemos intentado por mucho tiempo por eso adoptamos.
-Entonces ¿es su primer embarazo?
-Sí – respondió muy confundida.
El médico dio instrucciones y solicitó reposo absoluto hasta que la creatura naciera. Nuria estaba en total shock. No podía creer lo que le estaba pasando. Clara la llevó a la casa y la recostó en el sillón. Nuria esperó a que Emilio llegara del trabajo para decirle personalmente lo que estaba pasando.
Israel intentó todo el día llamarle a su madre para saber los resultados, pero no pudo. Tenía todo el día la vigilancia de Flavio.
Clara pasó a la secundaria por Alex. El joven hacía muchas preguntas sobre su madre.
Por la noche, Emilio llegó a la casa. Había realizado llamadas a la casa, pero Nuria no le dijo nada hasta que llegara. Israel tomada de la mano a su mamá y Alex hacía muchas preguntas.
- ¿Qué te dijo el médico? – preguntó Emilio preocupado.
-Emilio – pronunció ella.
-Estás enferma, dímelo – dijo desesperado.
-Tranquilo, papá – Israel intervino.
- ¿Entonces?
-El resultado aquí está – le indicó Israel – no tiene nada malo, al contrario.
- ¿Qué pasa?
-Tengo cuatro meses de embarazo – de repente soltó Nuria.
- ¿De qué hablas? – preguntó Emilio.
-Yo sé que tienes dudas, pero es tuyo – dijo Nuria.
-Claro que es mío. Los tres son nuestros. ¡Voy a ser padre por tercera vez!
Todos estaban emocionados excepto Alex. Nuria se asomó por su cuarto, ya era tarde. El joven se escuchaba en su cuarto que movía cosas.
- ¿Alex? ¿Puedo pasar? – preguntó su mamá desde afuera.
El joven abrió la puerta. Se notaba triste. Nuria se sentó en la cama junto a Alex.
- ¿Qué te pasa?
-Nada – respondió el joven.
-Hijo, yo sé que fue una bomba enterarte de lo que pasó.
-Ya no me vas a quieres – respondió el adolescente.
-Mira. Quiero que sepas que tu hermano y tu significan todo para mí. Israel y tu llegaron a iluminar nuestras vidas. Siempre serás mi hijo y que ahora yo esté esperando un bebé no significa que los deje de querer.
- ¿Me vas a querer siempre?
-El resto de mi vida te amaré siempre. Y eso es también con tu papá y abuela.
Alex se quedó más tranquilo con lo que le dijo su mamá.

Continuará...