Yo no me creo mis creencias,
ni aunque sea yo quien me las diga.



Del pasado y la distancia (pretérito anterior)

No quiero más recordar el pasado; de mi memoria,
del tiempo, aquel tiempo que vive en la retaguardia,
los momentos que estacionacionaron en mi mente,
mis recuerdos de dos, tres, de muchos años atrás
los instantes para rememorar aquel tiempo yermo
que hoy abonan mis recuerdos en una tierra fértil,
necesario pretérito para evocar una época mejor.


Del pasado y la cercanía (pretérito imperfecto)

Quisiera preservar la inocencia de la vez primera,
el creer en una fe capaz de neutralizar las dudas,
momentos de aflicción disfrazados de efemérides,
creer que a la esperanza no es precisa esperarla,
la ingenuidad de aquel tiempo que no ha de llegar,
ese momento que vive en inmóvil bola de cristal

Del pasado y el futuro (pretérito improbable)

A todos esos verbos, los que hoy puedo recordar,
al momento que vivo, a todos aquellos ya vividos,
a la tríplice del tiempo que me deja aquí postrado,
como un Jano que exasperado no consigue verse,
al que fui, soy y seré, de todos quisiera un favor,
un deseo dormido que quiere ahora despertar.

a todos ellos,
a todas las versiones de mi estático yo pasajero,
al lamento insolente y continuo de mi propia voz,
a la subjetiva melancolía que me auto consuela,
al discurso emergente de mi esperanza infundada
al que aquí suscribe, a la pregunta sin respuesta,
a ti que, ensimismado, me lees sin comprender.

JIJCL, 27 de agosto de 2022