En Atlixco, Puebla hay una farmacia “La Salud” junto a la afamada pulquería “Todos contentos”. La farmacia es atendida diligentemente por su propietario don Urbano con muchos años de experiencia. El día de ayer llegó una clienta y le pidió:
— Me da estricnina por favor.
—Perdone señora, pero lo que me pide es un veneno poderoso y no se la puedo vender ¿para qué la quiere?
—Para dársela al “ojo alegre” de mi marido que me engaña con esta mujer —le entrega una foto al farmacéutico.
Don Urbano frunce el entrecejo al reconocer en la foto a su mujer y acto seguido le dice a la clienta:
—Así con receta no hay problema. ¿Cuánta estricnina necesita?
Texto agregado el 23-08-2022, y leído por 107
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Lectores Opinan
24-08-2022
Ingenioso relato, que encubre una maquiavélica venganza, con la colaboración de alguien que también es parte del asunto. Enhorabuena.
Cedric
24-08-2022
Je, je, don Urbano es un excelente farmacéutico. Muy bueno. maparo55