No quieres mirar mis ojos tristes para no sentir culpa por no verlos con el mismo amor con que te miran. No quieres escuchar mi voz decir tu nombre, el mío ni por error lo pronuncias.

No me olvides porque muero, no solo en tus memorias. Muero como un anónimo en la historia. Muero como la mariposa que vuela a su último destino. Muero como la lluvia gota a gota.

Si me olvidas me matas. Lo único que me queda es asaltar tu mente a veces. Si es que me amaste no me olvides, no quiero ser la golondrina que no regresó este verano; no lo quiero vida mía.

Trátame como reza el bolero, te suplico. Odio prefiero más que olvido. Para odiarme tienes que aceptar mi recuerdo. Odio quiero más que olvido, no existo si no te robo por lo menos un suspiro.

Soy el verso de esta canción descartado, ni siquiera estas estrofas me pertenecen. Son tuyas amor, son tu poema. Escribo ebrio este canto, sólo el licor me da la fuerza para reconocer mi pena.

Ahora ya me despido. Cada copa de ron adormece más mi mente y por instantes ni te pienso. No así tú que ya me has dejado ir, como huellas en la arena que a la orilla del mar desaparecen.

No me olvides, prefiero ser un mal recuerdo al único silencio en tu mente llena de ruido.