ADN

El café en las mañanas es toda una institución, los amigos se reúnen a practicar lo que hace agradable la vida: el chisme.

—Por ahí andan diciendo que tú embarazaste a tu antigua novia y ahora ella anda con una gran panza —dijo el amigo con delectación,
—¡Achis, no! Ella es guapísima y muy presumida, se hizo mi novia por el dinero de la familia y por estar recién recibido de médico. Y si, le pido “las estas”, pero me manda a volar de inmediato y más cuando supo que lo de la lana de mi papá eran mentiras.
—¿Entonces, ¿quién es el futuro papá?
—Yo sospecho de un pariente lejano, al que le dicen el “golirón”, por su 1,90 de estatura y estar bien mamado, además tuve una diferencia de opinión con él.
—¡Cual diferencia?
—El cabròn me interpela, diciéndome “o le cumples a mi prima o te madreo si no es que te mando al infierno”.
—Yo no me “cepillé” a la chica y eso se puede demostrar con el ADN del futuro bebé —con miedo me defendí.
—¡Ah, caray! Debe estar informada de lo del ADN por eso no te madreo.
—La verdad, creo que fue un milagro.