Recostada sobre tu pecho,
un río crece y se desborda.
En su orilla arboles caen
y son arrastrados
por la fuerza motriz
de mi deseo contenido.
Busco palabras represas
para evitar una catástrofe
Pero recuerdo:
el agua dulce siempre busca al mar
aunque se quede a mitad de camino,
anhelando.
Tal vez algún día
me pueda sumergir
en estas aguas turbulentas,
sin temor:
dejar que fluya este amor
silencioso
como la tarde.
Texto agregado el 16-08-2022, y leído por 137
visitantes. (4 votos)
Lectores Opinan
16-08-2022
—Es muy cierto, aunque un desierto reseco interumpa su cauce, como río subterráneo o nubes de vapor, el agua dulce sin temor llegará al mar. —Saludos. vicenterreramarquez