Aquel instante en blanco
fue amorío en mi sonata,
mustia como flor decadente
en manos de princesa
Soñé cardos como hembras,
(Claro de luna)
Fatídico romance
de lo que pienso
y no pienso
Fruto intrigante
saboreando
el frágil cielo del azar
La noche circunspecta
colmó de vástagos
la luz más ingenua de lo eterno
Fue una oda redundante
en mis pensamientos,
la sapiente ignorancia de Dios
El ocaso dejó de existir,
la aurora fue leyenda
en nuestro regazo
(Miradas misteriosas siderales)
Lo pensado dejó
el mortuorio nirvana del deseo,
el pétalo primigenio
nos lloró en silencio
Fuimos llanto estrepitoso y doliente
en el abrazo acristalado del mar
¿Cómo engendras las tormentas de tus manos?
Eres de las brújulas,
el deseo de un viajero encadenado
Dormita en tu vientre
el polvo náufrago de mí,
como si fuera la voz mendiga
del firmamento Inconcluso
-Se abren las flores por vez última-
Lo profundo se agiganta
en las ansias de mi calma,
-Frío marfil-
Sé el puñal de mi templanza
en el tálamo llameante de mi pecho
Donde fuimos alarido
sin fin de roca moribunda
en cascada pendenciera
Tu amor invisible
fue milagro en las grietas
de lo inmenso
Llanto de lira mi consuelo,
de lo tierno un ruiseñor,
mi canto alado
resonando melodías muertas
¿Cómo nacerá desde ahora
la molécula fugaz del no existir,
sin que sepas mis secretos?
-Mordaz periplo ignaro -
Lastimas y embelleces los recuerdos
siendo nada y siendo todo
Quise
extinguir los sones
de tu agravio,
mas era de mortaja milenaria
ataviándolo todo
Espina enmascarada
de instantes en blanco,
Inundada de caricias iracundas
Lágrima primera,
sinfónicos estertores
redondeando la brillantez
(Piel erizada hasta el firmamento)
De mi sombra ajena
sé el testigo más huido,
donde el roble soñó sus hojas
y la elipse fue sonrisa de universo
-Sentimiento de fuego blanquecino -
Sé de mí noctámbulo vestigio,
sin temor al abandono,
la más candente pasión
en los prados de la indiferencia
Rosa de fúnebres delirios,
mis caricias deambulaste
por el milagroso prodigio
de mis parpados pretéritos
Fui desnudo,
cuasi delirante,
cual efebo recién herido
con plumas de ángel
(Oriunda de los almendros)
El dolor de mi epitafio
fue a buscar refugio,
en la breve y eterna
distancia
entre tus labios…
(…)
Poema publicado en la página artístico cultural "ARTE EN MARCHA" (Valencia España) Donde soy columnista (Ángel Espinoza Cáceres) Les invito a visitar la página y dejar sus comentarios desde su cuenta de goolge o facebook, estaré muy agradecido, el tema de esta edición fue "DISTANCIA" https://www.arteenmarcha.es/
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