El sol con su resplandor
transmutando el horizonte
viene a extender sobre el monte
pinceladas de color
y asegura en cada flor
esa misión repetida
que es el punto de partida
para iniciar su labor
y entregar con su calor
el regalo de la vida.

Hoy la lluvia, con glamour
nos ofrece una garúa,
mas su fuerza se atenúa
en nuestros lares del sur.
Vaya a saber si ese albur
se prolonga en la semana
o si alguien pierde o si gana
ya que el "mal tiempo" no es tal
y la lluvia no es un "mal"
como escuché esta mañana.

El calor del sol es vida,
la lluvia humedece el suelo
y un accionar paralelo
acontece en gran medida
pa' que la tierra dormida
después un invierno largo
despierte de su letargo
y a tiempo se haga presente
pa' concebir la simiente
que siempre ha tenido a cargo.

En tarea tan compleja
el sol viene a visitarla
y el labrador a labrarla
con el arado y la reja
que desde niño maneja
con tesón, a su medida,
y la tierra agradecida
recibe ese don del cielo
que va a otorgar a este suelo
el milagro de la vida.