Inútil es aullar la noche esperando una señal llenarse la cabeza de ruidos para ahogar una voz que no entra en razones. Hoy el silencio anida en los pesados campanarios de la memoria. Mi dolor queda atrapado en las redes cansadas de un mar sin promesas. Camino las calles con el frio pegado en la cara mientras en casa me espera una taza sin lavar.
Texto agregado el 31-07-2022, y leído por 200 visitantes. (4 votos)