AHOGADOS EN SEQUÍAS

Recorro la urbe
saturada de humos y olores,
sistema mordaz
e incomprensible
que refleja lo gris
de sus muros destrozados
y extrañamente arrastrados
en el tiempo derretido.

Letras y números,
súbitos caracteres
ahogados en sequías
de olorosa verdad,
de cruda falsedad,
de muda negligencia
y brutas decisiones
que detienen el recorrido
natural de una frase nocturna.

Inmensas noches
cubriendo mis urbes
con espejos incorpóreos,
con interfaz perenne;
aparadores iluminados
con maniquíes vestidos a la moda,
pelucas rojas en color marrón,
maquillados de gris
y labios negros.
¿Inicio en el final negro
o termino en el inicio blanco?
¡Vaya usted a saber!
¡CARAJO!,
qué importa el color
o el idioma de la urbe
si al final o al principio
no puedo estar fuera de ella.