No era una noche como todas; llovía sin cesar. Los pocos transeuntes que andaban por las calles afanaban la marcha para llegar pronto a casa a tomarse un pocillo de café bien caliente, pues el frío calaba hasta los huesos. Franco se aferraba al cuerpo de Dany, de esa manera lograba paliar el frío. Menos mal tenía quien le prodigara un poco de calor. Dany hacía lo mismo, estaba bien claro que se necesitaban como el cielo y las estrellas. Uno no podía vivir sin el otro. La noche siguió su recorrido; solo dejó de llover cuando las primeras luces cayeron sobre la ciudad.
En ese momento Dany se paró, sin hacer ruido se fue a buscar el desayuno. En una cafetería que quedaba a pocos metros de ahí le daban pan y concentrado para perros. Franco se tapó con unos cartones y siguió durmiendo en el anden de una casa abandonada.
AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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Texto agregado el 21-07-2022, y leído por 122
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Lectores Opinan
22-07-2022
muy único y con una impronta bien clara. No pude dejar de leerlo porque no revela de entrada que es lo que pasa de fondo y mantiene un misterio atrapante. Hasta el final que uno entiende todo como un golpe. Algo que vemos a diario y ya es parte del paisaje. Y vos con este relato nos recordas algo tragico y doloroso. Que no se vuelva algo natural. Te felicito. Enorme sensibilidad. habitacion323
22-07-2022
Hermoso cuento, Pedro. Tierno y lleno de calor entre seres vivos que se quieren y necesitan. maparo55
22-07-2022
Has logrado un relato magnífico y conmovedor, Pedro. Cinco estrellas!!! MujerDiosa
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