Somos una familia parte 5

Un año después….

Emilio estaba nervioso porque por fin se pondría el birrete y la toga. Se sentía orgulloso de que sus hijos lo vieran recibir su diploma. Los alumnos estaban detrás del escenario y las familias esperaban sentados en las butacas. El maestro de ceremonia dio la bienvenida a los directivos, maestros, administrativos y familiares. Después del acto protocolario, indicó que los egresados entraran al recinto por el escenario. Le dieron la vuelta al recinto, llegaron a sus respectivos lugares y tomaron asiento.
Después de algunas palabras del rector, fueron pasando por apellidos. Por la cabeza de Emilio pasaban muchas cosas. Sentía mucha tristeza porque su papá no estaba ahí con él, pero estaba las personas más importantes en su vida en ese momento, su mamá, su esposa e hijos.
Había llegado la hora, lo mencionaron y subió al estado. Recibió su diploma de mano del director de su carrera. De un fuerte apretón de mano pasó a un abrazo y una felicitación. Emilio bajó las escaleras con el alma llena de emociones.
La familia estaba feliz de ver a Emilio logrando sus objetivos. Israel estaba realmente orgulloso del que estaba siendo el mejor padre que le había tocado. Clara no dejaba de llorar de ver a su hijo realizado.
Ese mismo fin de semana los egresados tuvieron su graduación. Ahora le faltaba el servicio social y la titulación.

Para Israel las cosas también pintaban excelentes. Cuando te propones lograr las cosas, pasan. Al término del primer ciclo básico, los tres jóvenes obtuvieron los mejores promedios.
Oscar es un joven introvertido igual que Israel, pero le gusta contar chistes, es gracioso. Siempre tuvo la necesidad de callar para escuchar. Todo el tiempo escuchaba atentamente la clase, pero en especial a esa pícara que hablaba todo el tiempo, Francis. Era imposible que una joven tan bella y sencilla no le moviera algo a ese joven con cara de niño.
Después de algunos coqueteos, Oscar la invitó a salir. Tenía toda la intención de salir con ella, se besarla y estar con ella. El periodo vacacional estaba en marcha, mientras que Israel le ayudaba a su papá en la purificadora aquellos dos tortolitos se declaraban amor.
-Son vacaciones. ¿no sales a ningún lado? – le pregunta Francis sentada enfrente de él en el parque.
-Mi papá no sale, no le gusta. Hablemos de otra cosa.
- ¿De qué? – dijo la coqueta.
-No te hagas, Francis. Tienes una energía sexual que me atraes. Me traes loco.
-Lo sé. A mí también me tienes loca. Ese día en el transporte, los arrimones que me diste me encantaron.
- ¿Entonces? – los dos jóvenes se acercaron sobre la mesa hasta quedar muy juntos - ¿quieres que este pobre doctorcito, solito, te de amor cuando quieras?
-Cuando sea – respondió la joven – pero con una condición.
- ¿Cuál?
-Quiero una relación abierta.
Los dos muchachitos, estudiantes de medicina se besaron.

Continuará…