Somos una familia parte 1

Alex fue castigado por su falta. La directora le recomendó a Nuria que llevara a su hijo a terapia para que le explicaran todo lo que estaba viviendo. Terapia que en el futuro no serviría de nada y que el propio Alex ni la recomendaría.
Al día siguiente, la mamá de Laura habló con Nuria.
-Lamento lo que pasó con su hija, ya castigué a Alex.
-Tranquila. Yo sé lo que significa todo esto para ti. Mi hermano es adoptado. Y también para él fue muy difícil enfrentase a todo esto.
-Gracias. Pero no hay justificación al acto de mi hijo. Le pedí que se disculpara Laura.
Alex se acercó a la niña para pedirle perdón.
-Oye, mi mamá me dijo que te pidiera perdón.
-Está bien. ¿quieres papas?
-Sí – respondió Alex.
-Están muy ricas. ¿Por qué eres adoptado? – pregunta la niña.
-No sé.
- ¿Quieres ir a mi casa? – le pregunta Laura al niño.
-Estoy castigado.

Israel había sido aceptado en la carrera de medicina. Se le asignó el grupo 5202 de la carrera de “médico cirujano y partero”
Nuria y Emilio le compraron el uniforme blanco. Útiles escolares nuevos, un celular y una computadora nueva. Israel se sentía mal al recibir todo de parte de sus padres.
En punto de las cinco de la mañana se levantó. Se puso el uniforme blanco y se miró al espejo. Se sentía extraño. Bajó al comedor, desayunó y se subió a la camioneta de su papá.
Emilio lo dejó en la puerta de la facultad.
-Hoy será un gran día – lo miró Emilio – yo lo viví.
-Estoy nervioso, papá.
-Eres muy inteligente y podrás con todo lo que la vida te ponga enfrente.
El joven bajó del carro y se dirigió a su edificio. Afuera se leía el número 5202. Se sentó en la fila junto a la pared, en la tercera banca. Los jóvenes comenzaron a llegar hasta que entró la doctora Esteves, tocaba la clase de anatomía humana.
Israel puso sus cinco sentidos en la clase. Era una oportunidad única.
El que también estaba poniendo sus cinco sentidos en terminar la universidad era Emilio.
Entró al salón y miró a todos sus compañeros. El maestro lo vio sentado en el salón y lo felicitó por regresar.
La que también continuó con sus actividades fue Clara. Ella decidió inscribirse en los cursos de computación y de ejercicio. El conocer nuevas amistades y tener en qué pensar le haría muy bien.
-Señoras. Primero necesito ver con ustedes conceptos básicos en computación para poder prender el equipo. Deben traer un cuaderno y un bolígrafo.
-Perdón, maestro – levantó la mano Clara – cuando usemos el equipo ¿tendremos que pagar?
-No. Los cursos aquí son gratuitos.

Continuará…