Galán de mediana edad
¡Caray! Me sorprende que jóvenes piensen en que tener 60 años se es un carcamal. No, de ninguna manera, hace 22 años yo tenia 60 gloriosas primaveras y estaba en plenitud. Lo mismo que un contemporáneo, médico famoso en mi ciudad, no digo su especialidad porque se cuenta el pecado no el pecador.
Entre los íntimos del doctor contábamos con fruición el chisme del posible divorcio del galeno, sin embargo, parece que un viaje de luna de miel (desde luego sin los arrebatos de recién casados) a Europa y la compra de un carro Audi arreglo la unión de mi amigo y su iracunda esposa.
En la aristocrática cantina “La suerte loca” a la hora de la botana disfrutábamos mi amigo y yo una cerveza bien fría (en mi ciudad hace un calor de la fregada). Después de muchas libaciones llegamos al tequila.
Uno es curioso ¿por qué negarlo?, Le pregunté “¿Cuánto te salió el chiste de Europa y del Audi?” “Ay, hermano un chingo de lana, y todo por una pinche vieja”.
Ya entrado y en la barra me siguió platicando: “conocí a una morra joven y que se caía de buenota, en Sanborns, muy accesible. pensé de aquí soy”. Se quedó pensativo, suspiró y siguió charlando: “daba el gatazo de ser decente así que después de un trabajo de convencimiento de varios días la lleve al Hotel Marriot, fuimos en el Audi que tenía entonces. A la hora del himeneo comprobé que era una hetaira bien entrenada, fui feliz. Me entretuve en el baño mientras ella se vestía. Esa fue mi desgracia”.
"¿Por qué desgracia?"
“Cuando salí del baño, la cabrona se había ido y con ella toda mi ropa, mi Rolex, mi cartera y lo peor mi carro Audi. Yo encuerado, en completo cuero de rana. Escándalo que se armó en mi casa”.
La risa tantito más y me gana, por fortuna, me aguante al ver la cara de tristeza de mi compa.
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