UN GIGOLO ESPECIAL
“EL TRABAJO SE HIZO PARA LOS BUEYES”
Yo mero
Hola, amigos:
Tengo la friolera de 85 años bien cumplidos y sin pena les digo que nunca he dado golpe en el trabajo, siempre he vivido de las mujeres. Por fortuna me he dedicado al arte, me gustan todas sus manifestaciones, aunque no practico ninguna, no, no soy artista, a lo mejor me considero artista de la vida. Ahora en la última etapa de mi existencia, gracias a la lectura que me encanta no estoy solo a pesar de que muchos de mis amigos
contemporáneos han ido felpando al barrio del más allá ¿será cierto?
Les ha de haber sorprendido lo que dije de que he vivido de las mujeres y es verdad. Primero mi santa madre me mantuvo, batalló conmigo sobre todo de adolescente, descansó cuando mi hermana mayor que me llevaba 15 años consiguió un puesto de excelencia en Relaciones Exteriores. Las dos hace tiempo que rindieron tributo a la madre tierra.
Por fortuna saqué la apostura de mi difunto padre, murió cuando yo tenía 5 años, las niñas se volaban conmigo desde la infancia, Ya en edad de merecer, dotado de una cultura general que no me servía para nada como currículo y con un oscuro porvenir de pobreza, mi suerte quiso, dudo en la divinidad, que conociera a Petra, la doctora Petronila, excelente neurocirujana, dos años mayor que yo, formábamos una pareja dispareja: un atractivo marido y la esposa simpática, pero no una belleza: chaparrita, regordeta y de buen carácter. Sin embargo, como profesionista estaba en lo más alto con unos ingresos enormes que nos permitieron vivir con desahogo.
Yo cooperé formándole dos hijos y mi amor, mi hija menor. Siempre le fui fiel, incluso después que entregó el equipo y hasta la fecha.
Así que resumiendo he vivido de tres mujeres: mi madre, mi hermana mayor y la madre de mi adorada hija menor. Mi querida descendiente, ya es abuela, siempre me ha tratado de gigolo, pero, en mi defensa probablemente sea cierto, pero soy un gigolo especial.
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