Tenemos un huerto sostenible que compartimos con otras entidades. Está muy cerca del Centro Ocupacional Sínia. Como era la primera vez, me hicieron varias fotos. Hay una muy simpática que aparezco con judías. La podéis ver en Instagram de Sínia:

https://www.instagram.com/p/CdxcyIGoFAo/?igshid=MDJmNzVkMjY=

Días después, por propia iniciativa, escribí una pequeña crónica:

"Era la primera vez que subía al terrado para ver el huerto. Cuando estuvimos todos, al ver el cielo azul de Barcelona, la vista de la ciudad y el sol templado cayendo sobre nosotros, me entró una tranquilidad que no había experimentado desde tiempo. Comprendí que salir fuera no es una forma de vida: es la vida. Dejé mi gorra a Desquens y dibujó una amplia sonrisa que no la abandonó —ni la gorra— hasta que regresamos a Sínia. ¿Por qué nos cuesta tanto dar una sonrisa amable?

Mientras Míriam cortaba las judías, las acelgas y las ponías en mi regazo,  acudió a mi mente el recuerdo, ya difuso, de mi abuelo y mi padre arrancando patatas. Quizás como en la huerta había otras hortalizas, me acordé.

Por último, toqué suavemente un brote de menta que acaba de salir. Sus hojas eran pequeñas y su tallo era delgado y flexible. Tendré que esperar al próximo día para ver si ha crecido."

¡Espero que hayáis disfrutado!