El río no se detiene es un espejo visor que se muestra sin pudor. Hay en su andar, movimientos alterados, solo cuando baja por la ladera al mar. Hay un hombre que recorre su pena lleva con él, el río que lo comprende de a poco se hace querer. El hombre que sobrevive a infortunios desmedidos desconoce la cintura donde navega su amigo. Hombre y río se presentan y no saben aún por que se sienten muy satisfechos ambos son hijos del rey. Que de sus olas los mira cruzando el río va al mar, el hombre ese siente parte de el y veloz como una gaviota a su río y a su mar a de recorrer. A-M-R
Texto agregado el 21-05-2022, y leído por 102 visitantes. (2 votos)