Mi psiquiatra y yo.
¡Desde hace un tiempo no puedo recordar, a veces ni quién soy! Es terrible, quisiera poder entrar, aunque sea por unos instantes dentro de mi cabeza, de mi cerebro gastado y volver a saber cuál es el propósito de mi existencia.
Me han dicho que debo ir al médico para aclarar mis ideas, pero me da miedo, no entiendo qué pueden hacer por mí, es tan difícil…
Pero, no siempre estoy así, a veces tengo días en los que me siento normal y son esos días en los que pienso que quizá, debería consultar con un médico o un psicólogo o mejor aún, un psiquiatra.
Ahora mismo me dirijo a casa de un amigo a pedirle consejo, este parece ser un buen día, mi mujer al no poder o no saber qué hacer conmigo cuando no estoy en mis cabales, se ha ido a casa de sus padres, es lo mejor, no quiero que le suceda nada, la he notado distinta, más hermosa, se arregla de otra manera, no lo sé, quisiera poder entenderla, pero si no me entiendo a mí mismo ¿cómo podré entenderla a ella?
Mi amigo es un reconocido psiquiatra y más de una vez me ha dicho que quisiera tener una charla conmigo, él sabe por lo que estoy pasando y quiere ayudarme.
––– Hola Guille ¿cómo estás?
–––Hola Duncan, ¿qué te trae por mi consultorio?
–––Perdóname por no haberte avisado antes de venir, pero hoy estoy en uno de esos días en los que a pesar de que quisiera estar muerto, aún conservo algo de cordura y necesito que me escuches.
–––Por supuesto amigo, pero justo en este momento estoy con una paciente, mejor vuelve a tu casa que yo pasaré por allí en cuanto termine y podremos conversar sin que nos interrumpan.
–––Gracias amigo, te estaré esperando.
Dos horas después Guille llegó a mi casa, lo hice pasar y le invité a tomar un trago que, por supuesto aceptó, conozco la debilidad de mi amigo, un vaso de whisky siempre le cae bien.
–––Ahora necesito que me cuentes tus problemas, tengo todo el tiempo que necesites y si tu mujer no está ni ella podrá interrumpirnos.
–––¿Cómo sabes que no está?
–––Bueno, en realidad no lo sé, pero no vi su auto e imagino que debe haber salido.
–––Es cierto, salió temprano, pero siéntate amigo o mejor aún recuéstate en el sofá te noto algo pálido.
–––Estoy un poco mareado, no debí haber tomado ese whisky, es que hoy no almorcé y estoy aún con el estómago vacío.
–––Imagino que tuviste una mañana muy ajetreada.
–––Sí, es cierto, tuve una paciente que me llevó más tiempo que de costumbre y no pude rechazarla, pero mejor me recuesto un poco, quizá sea lo mejor…
–––Ya lo creo querido amigo, pero debo decirte que hoy justamente, yo tampoco desayuné y al fin me he dado cuenta de mi problema que es justamente eso, mis desayunos, ¿cómo no me di cuenta antes?
–––No te entiendo, ¿qué tienen que ver tus desayunos conmigo?
–––Mucho, querido amigo, como bien sabes te cuento todo, desde hace algún tiempo y conoces mi vida desde que éramos unos muchachos, aunque como recordarás nunca me trataste como lo que eres, un psiquiatra, por ética, decías, somos amigos y un amigo no debería tratar a otro, por lo menos eso es lo que decías por eso justamente fui a ver a un psiquiatra que no conocía y gracias a él es que estás recostado en mi sillón.
–––Perdona, pero cada vez te entiendo menos, quizá sea debido a este mareo continuo.
–––Sí, lo sé, pero no te preocupes, falta poco, pero mira, mi mujer acaba de entrar, qué suerte, ella podrá verte, aunque imagino que por hoy ya se han visto lo suficiente.
–––¿Qué quieres decir con eso?
–––¿No te lo imaginas? Mi nuevo psiquiatra me dijo algunas cosas y ahora comprendo todo, esta mañana al no tener tiempo de desayunar lo que mi mujer me había preparado y dejado sobre la mesa, al verla salir, tan bonita, tan arreglada, mi curiosidad fue mayor que mis deseos de tomar mi café y la seguí, y ¿acaso no te imaginas a dónde fue? Si mi querido amigo, desde hace un tiempo comencé a sospechar de ella aunque jamás imaginé que me estuviera haciendo algo, pensaba que la culpa era mía de todo lo que me estaba pasando y hoy lo comprobé, ahora siento aclarar mis ideas hubiera preferido que fuera otro con quien se encontraría, pero fuiste tú y ya no hay vuelta atrás, te conozco desde hace mucho y sé que una copa jamás la rechazas dentro de poco el veneno va a hacer efecto, no te preocupes, falta poco y tuve la precaución de buscar uno que no deje rastro en tu estómago, como comprenderás no quiero pasar el resto de mi vida encerrado.
–––¿Qué hiciste Duncan? Jamás te engañamos…
–––Hola querido ¿qué haces?
–––Pasa Rosita, te tengo una sorpresa.
No entiendo qué le pasa, se ha desmayado, creo que no está muy bien mejor la dejo sola con su amante, no quiero estar en casa cuando llame a alguien.
Qué triste el destino de mi amigo, morir por una mujer, no creo que valga la pena, ahora vuelvo a mi casa, ya pasaron algunos días y supongo que todo estará en orden, mis padres no sospecharon el motivo que tuve para pasar unos días con ellos, les dije que necesitaba descansar y que mi mujer me había dicho que visitarlos me haría bien, pedí unos días de licencia en el trabajo y a casa de mis padres me dirigí.
Al llegar vi una patrulla y la verdad es que no entendí nada, pensaba que la muerte de mi amigo había pasado como un ataque al corazón y que todo estaría bien, pero nada salió como lo esperé, mi amigo no había muerto y estaba allí, junto a mi esposa, consolándola, no entiendo qué pasó, creí haber puesto el veneno en la copa, pero quizá me olvidé, estoy tan olvidadizo…
La policía me detuvo, los dos contaron lo que había sucedido y sólo esperaban a que volviera, aún sigo sin entender nada pero acá me están tratando muy bien, mi mujer me visita de vez en cuando y por supuesto no hablamos de lo sucedido, ahora tengo otro psiquiatra, me ve todos los días y creo que estoy comprendiendo lo sucedido, mi mujer no está saliendo con mi amigo, por el contrario, ese día había ido a verlo para hablar de mí, para ver cómo podían ayudarme, me alegro mucho que Guille no esté muerto, ahora sólo espero que termine la visita, estuve viendo este sanatorio donde me encuentro y pude observar que estoy en un cuarto piso, es muy alto y que como es verano, la ventana suele estar abierta, quizá con un poco de suerte…
Omenia 24/4/2022
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