acababa de llegar a casa... la puerta estaba abierta... las luces no estaban... el silencio me bañaba... entré...
es bello navegar en plena oscuridad pues hay algo dentro de mí que me hacer ver luces o estrellas muy pequeñas... llegué al comedor y encendí las luces... había un plato de comida y una nota que decía: me voy...
comí y mientras lo hacía cerraba los ojos... uno siente que la oscuridad nos une... lave mi plato y subí a mi cuarto... antes de echarme a la cama tomé una ducha con agua caliente... salí, me puse mi pijama y apagué las luces... me gustaba aquel sentimiento cuando de pronto alguien entró a mi cuarto...
estás solo?, preguntó... no, respondí a aquella persona que era un enano de no mas de 1 metro de altura... estoy conmigo y eso es suficiente... esta bien, dijo el enano... te dejo... tengo que hacer algo... esta bien, le dije y vi que se iba con dos maletas a su lado, claro, no volvería a verle nunca mas... dormí y soñé con ratas y mares... amigos y mujeres abrazándose y raras cosas... me desperté y sentí que mis sueños eran poco agradables... pero no los entendía... aun estaba oscuro así que, me vestí y salí a la calle...
caminé sin parar hasta llegar a un parque... vi una pareja haciendo el amor como chanchos... luego mas allá un grupo de personas empezaban una pelea... me gusta ver peleas... el mas grande le ganó al mas pequeño... o tiró al piso y luego empezó a pegarle en la cara muchas veces hasta que el mas pequeño no se movió... el mas grande se paró y pasó por mi lado... su cara estaba ensangrentada y sus ropas hechas harapos... su cabeza colgaba de su cuello... mientras el mas pequeño seguía en el suelo llorando y gimiendo: me has pegado... me has pegado... seguí mi camino hasta sentir que no iba a ningún lado... pero, eso de soñar no me gustaba... vi una banca junto a una casa y me eché a dormir... no soñé, mas bien vi que una jauría de perros pasaban por mi lado y me olían y gruñían... se tiraban por el suelo y se olían sus partes unos con otros... si, eran animales... miré al cielo y vi muchas estrellas... me gustó una de ellas... hola, le dije... la estrella no dijo nada, pero el color de su brillo cambiaba de dorado a blanco y rojo... me encantó aquellos cambios... me gustaban mas las estrellas que mis sueños... pero mas tarde debía trabajar... me levanté y caminé hasta llegar a casa... la puerta seguía abierta... entré, me duché y me vestí con rumbo al trabajo...
llegué y di los buenos días a los compañeros... nadie respondió... parecían parte de mis sueños y no me gustaba... así que miré el cielo y vi muchas nubes, hermosas todas... cerré los ojos y sentí que estaba vivo y lleno de soledad...