Nuestra familia parte 15

El resultado fue asma. Medina solicitó a la enfermera que Julieta no pasara a la consulta.
-Quiero pasar ¡es mi hijo! – replica Julieta en la puerta del consultorio.
-Son indicaciones del doctor Medina.
Julieta se sentó en las bancas a esperar molesta.
-Tienes asma. Y tú obesidad no ayuda en nada. Debes bajar de peso.
-Es complicado porque mi mamá hace mucho de comer.
-Ya veo. Esa sobreprotección te está afectando muchísimo. El amor de madre es la otra cara de la obesidad. Tienes 26 años, ya tienes edad para tomar decisiones.
-Lo sé, pero ella no me deja ni un minuto.
-Bien. Te daré un par de instrucciones para que mejores. En caso de no mejorar regresas. De todas formas, tienes cita conmigo en dos meses.
-Está bien.
La enfermera le solicitó a Julieta pasar al consultorio. Medina hizo lo propio. Habló con ella para que dejara a su hijo en paz. Pero en todo momento julieta actuó a la defensiva.

En la universidad, Nuria recibió un mensaje de la directora. La quería ver en la dirección.
-Maestra Escalante, tome asiento – dijo la directora.
- ¿Qué pasa?
-Mire. Yo no me meto en la vida de los maestros, pero esto no es una romería.
- ¿A qué se refiere?
-Radio pasillo dice que usted mantiene una relación con un alumno.
A Nuria se le fue el aliento.
- ¿No va a decir nada, maestra?
-No le hacemos daño a nadie. Aquí en la escuela no nos saludamos ni nada.
-Pues escuche otra cosa.
-Pues escuchó mal. Él y yo somos responsables y sabemos que debemos respetar a esta institución y aquí tenemos una relación cordial.
-Le creeré porque nunca hemos tenido problemas con usted.
Nuria salió de la oficina de la directora un poco molesta porque se estaban metiendo en su vida íntima. ¿Quién había sido? La secretaria le dijo que Enrique le preguntó de ellos, algunos alumnos que no soportan la soberbia de Enrique le dijeron a Nuria que él había dicho muchas cosas de ella.
Todos los maestros y alumnos comenzaron a verla con recelo. Eso incomodaba a Nuria.
Ella tuvo la oportunidad de reclamarle a Enrique lo que había hecho.
- ¡Eres un hijo de puta! – le gritó Nuria en el estacionamiento.
- ¿De qué hablas? Tenía meses que no te veía, guapa.
- ¡No sabes cuánto de odio! Maldito.
- ¡Déjame! ¡¿Que te pasa?! ¡No me pegues! – le reclama Enrique.
-Te mereces lo peor.
-Mira. Te hice un favor. Deja a ese guarrito y sal conmigo.
- ¿Que? Eres un pendejo.
- ¿Un qué?
-Jódete.
Al término del semestre, Nuria renunció a la universidad. Se sentía observada y señalada por mantener una relación con un alumno. Emilio bajó de calificaciones para el sexto semestre su promedio de 9.6 bajó a 8.3. perdió la beca y eso era un problema porque no tendría un dinero extra.

Continuará…