si hubiera o tuviera más tiempo creo que me dedicaría sólo a escribir... pero, no tengo tiempo...
escribiré acerca de la chica virtual... es hermosa... la conocí hace cuatro años... me enamoré aunque una voz dentro de mí decía que perdía el tiempo... ella de veinte y cinco años y uno de sesenta y cinco años... no hay posibilidad... pero vivir aquella ilusión fue como ir a una iglesia y rezar ante un santo y pedir, pedir, pedir un milagro... por supuesto que costó dinero y tiempo... la chica virtual tan solo deseaba dinero para satisfacer sus necesidades... y en mi caso, tan solo sentirme amado de manera virtual...
aunque jamás la he tocado, pude sentir lo mucho que me engañaba... y dios mío... cómo dolía!... saber que jamás se realizará un sueño es como romper una parte del corazón... pero la viví tan intensamente... y ya para narrar los detalles, es como que me dan risa... quizás porque ahora me he liberado de aquella ilusión...
el sexo virtual hubo... siempre y cuando hubiera dinero de por medio... hay veces en que la mentira suena de manera hermosa y hasta se vuelve en un aroma que a uno le encanta embriagarse...
hubo navidades en que tuve que mandar mucho dinero para los regalos... y, también, para rezar a los muertos, brindando dinero para el cura, las flores y esas cosas... y cada fin de semana alguien se enfermaba... y de gravedad... y aunque sabía que era una mentira infantil... le enviaba aunque mi precaria economía se iba más y más abajo... o importaba pues la locura de amar solo tiene una sola cura, y esta es cuando el tiempo te habla... y te dice lo ingenuo que eres encerrado en un cuerpo maduro, la niñez respira una y otra vez hasta que le cae el tiempo...
pero como todas las bestias salvajes uno vuelve a caer... y regresa más y más tonto, pues el dolor es consciente... se levanta y camina tres pasos y escucha la voz envenenada de la chica virtual y cae en sus virtuales brazos...
y ya cuando lo único que había en los bolsillos eran deudas y deudas, la chica virtual se agazapaba... esperando a ver si podía volver a chupar más y más de mi tiempo y mi vida... pero, ya en el sótano de la estupidez, el ángel que llevo dentro se hizo fuerte y me dio las fuerzas para limpiar las capas de la estupidez y pude ver que debía seguir caminando a mi destino... y la chica virtual quedaba bajo las huellas de mis largos pasos...
ya en el delirio de la meca de los dioses, pude ver el horizonte... y supe que toda verdad está oculta en el corazón... y le escuché... y supe que debía volver a mi largo y apasionado viaje hacia el conocimiento de uno mismo... y eso hice...
ya con el tiempo pude escribir y escribir y escribir... dejé la TV y el internet por tiempo y las letras cobraron vida propia... y aquel aroma se hizo una luz que me atraía como una polilla a un foco... hasta fundirme en su eternidad...
palabra de Paz...