Llegó corriendo y se paró frente a la puerta, primero tomó aire pues estaba muy agitado, con gran esfuerzo alcanzó el timbre y timbró tres veces. Nadie salió a recibirlo, ante esa circunstancia se sentó en el piso y espero a ver si alguien salía a ver qué se le ofrecía. En el segundo piso de la casa abrieron una ventana, luego se asomó una mujer muy hermosa, una rubia de ojos claros, desde arriba le dijo:
-Espérame ya bajo
Lucas espero con calma, al cabo de unos instantes la puerta de la calle se abrió; la mujer lucía una levantadora transparente. Antes que pronunciara palabras el pero saltó sobre ella y le mordió la yugular. Un chorro de sangre tiñó de rojo el andén. Esa fue la venganza de Lucas, Martha había matado a su amo para quedarse con toda su fortuna.