17 años nos acompañaste pero ya cumpliste 19, nos hiciste feliz, fuiste excelente y extremadamente leal, solo una pana de dejarme botada y claro batería y cada tanto solo eso reclamabas. Tuvimos aventuras, paseos, mucho llevar gente de amplia diversidad, no discriminaste a nadie tal vez a ti te discriminaron pero eso para mí nunca ha sido tema, yo llegué contigo hasta los lugares más humildes como a los más empingorotados y jamás sentí vergüenza de ti porque valías por tu excelencia mecánica y no por tu apariencia, tenías heridas que jamás maquillé, tus asientos que transportaron a tus primeros dueños con niños pequeños dejaron su huella en el tapiz y otro niño mayor ya tu asiento su espuma de relleno desmigó, pero tu mecánica impecable, pasaste todas tus revisiones técnicas, eras mi orgullo, mi compañero para todo, te llevas el índalo de Almería por el que te encontraba en los estacionamientos y la insignia SSCC que por generaciones nos identificaba. Estoy triste, pero nos cuidaste siempre, tu pana final y definitiva de hoy casi sin aviso te hizo detener en un cruce de alta congestión pero solo te detuviste para siempre, sin entrar en maniobras de mayor peligrosidad para tu chofera, no te desviaste, esperaste a que la velocidad fuese mínima porque estaba llegando a un cruce dónde se baja la velocidad y se espera para poder pasar y sin saber que sería nuestro último viaje juntos.
A MI KIA RÍO 5 DEL 2003, GRACIAS POR LO EXCELENTE QUE FUISTE, EL MEJOR.
jdp