Fue mi amigo Javier Fernández quien por allá a principios de los años ochenta del siglo pasado, me introdujo en la música de Silvio Rodríguez. Me prestó un par de lps, uno de Pablo Milanés y el otro de Silvio. Quedé conmocionado (es la palabra adecuada) con las canciones de ambos; entonces, comencé a comprar algunos discos de ellos y difundir con mis otros amigos el hallazgo de la música de los dos cantautores. Muchas canciones de ambos se me fueron quedando en la memoria, sobre todo de Silvio: Te doy una canción, Ojalá, Mi unicornio azul, Sueño con serpientes, Óleo de una mujer con sombrero, Pequeña serenata diurna, La maza, Rabo de nube y muchas otras que con el paso de los años y los discos que iba editando, fueron formando la colección que ahora poseo. La gota de rocío, la escuché hoy por la mañana, el sentimiento que me produjo fue de asombro, estremecimiento, goce interno. Sentí cómo la guitarra y la voz de Silvio se mantenían en unión perfecta, para comunicar el mensaje que pretende la canción.
La canción la encuentran con facilidad en You Tube, Spotify, etc. Ésta es la letra:
La gota de rocío
Del cielo se cayó
Y en ella el amor mío
La carita se lavó
Pero era tan temprano
Que no salía el sol
Y se helaron las manos
Y mejillas de mi amor
Creí que las estrellas
La iban a buscar
Y que en su cara bella
Se ponían a jugar
Me dijo tengo frío
“Acércame calor”
Y fui con tanto brío
Que encendí su corazón
Y mientras la besaba
Me dijo en un temblor
“Esto es lo que faltaba
Para que saliera el sol”
¡Oh! Gota de rocío
No dejes de caer
Para que el amor mío
Siempre me quiera tener
Siempre me quiera tener
¡Oh! Gota de rocío
Siempre me quiera tener
No dejes de caer
Siempre me quiera tener
Para que el amor mío
Siempre me quiera tener
¡Ah!, como comentario final quiero agregar, que Silvio Rodríguez se presentará en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México el próximo 06 de junio. Y adivinaron, ya compré mi boleto para asistir.
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