Nuestra familia parte 9

Mintió para poder salir con Emilio. Dijo que saldría con unas compañeras de la universidad, cosa que no fue cierta.
Salieron a una plaza comercial. Él invitó un helado.
-Tenía muchas ganas de salir contigo – Emilio soltó.
-No es para tanto – dijo Nuria riendo.
-De verdad. Quiero conocerte.
- ¿Crees que soy la persona indicada?
-Convencido estoy.
Ella hizo una pausa.
-Lo que ayer escuchaste…
-No sé de qué me hablas. ¿Cuánto tiempo tienes dando clases en la universidad? – Emilio cambió la conversación.
-Un año – le responde- ¿Qué hiciste todo este tiempo? – ella pregunta.
-Trabajar con mi papá en el taller mecánico. Hace tiempo terminé la preparatoria. Pocas veces he visto a tu hermano en tu casa.
-Trabaja en una empresa de impresión de camisetas y diseño gráfico. Somos como dos desconocidos. En realidad, sé poco de él.
- ¿Tan mal están las cosas?
-Terribles. Desde que tengo uso de razón, las agresiones son constantes y normales.
- ¿Nunca se han llevado bien?
-Nunca. Mi papá todo el tiempo está de mal humor, y cuando está haciendo bromas hasta nos da miedo.
- ¿Quieres un día cenar en mi casa?
Por primera vez fue honesta.
-Mira – tomó aire – tu conoces a mis papás y sabes que no son personas fáciles, lo viste ayer. Mi mamá me tiene vigilada todo el tiempo. De estudiante tuve que rechazar la beca que me dieron al extranjero porque mi mamá amenazó con suicidarse si yo la dejaba.
- ¿De verdad te dijo eso?
-Así es.
-Qué exagerada.
-Por eso…. Siempre he estado sola.
- ¿Como? ¿nunca has tenido…?
-Nunca. Por culpa de mis padres he dejado de hacer muchas cosas. Casi no tengo amigos, no tengo vida social.
El joven se mostró respetuoso ante tales confesiones. Nuria estaba abriendo su corazón y Emilio entendió todo lo que pasaba.
-Entendería perfectamente que de aquí en adelante me retiras el saludo.
-Tranquila, eso no pasará.
Esas salidas fueron seguidas. Nuria entró de nuevo a la escuela para preparar el material de todas las materias que impartiría, hizo un horario con diferentes horas de entrada y salida se lo mostró a su mamá y poder verlo.
Una semana antes de que empezaran las clases, Emilio la invitó a salir. Esta vez fueron más lejos. En un lago lleno de patos, tentaron una lancha, Emilio no quería que ella pensara en sus padres.
-Este lugar está increíble.
-Lo sé, por eso te traje – responde él.
-Hay algo importante que te quiero decir – pronunció Emilio.
Un escalofrió pasó por todo su cuerpo. Recordó lo que le dijo Enrique.
- ¿Hay alguien más con nosotros? – preguntó ella.
-Nadie, solo nosotros. ¿Por qué? – preguntó extrañado.
-No, por nada.
-Lo que quiero decirte es que, me gustas. Mucho, mucho, mucho. No me importa todo lo que gira a nuestro alrededor. Siento algo por ti y quiero algo serio contigo.
A ella le latía el corazón a mil por hora, estaba roja como tomate.
- ¿Quieres ser mi novia? Te puedo dar tiempo.
-Sí… Mas bien, sí quiero ser tu novia.

Continuará…