La figura de acción del Hombre Araña, la encontré en el área de juguetería de un Wall Mart y decidí comprarla, porque siempre ha sido mi superhéroe favorito. Tiene más o menos quince centímetros de altura y se le pueden doblar las piernas, los brazos y girar la cabeza. Las manos las trae en posición de garfio, lo que permite colocarlo en alguna superficie delgada y quedar suspendido, como lo hace el Hombre Araña. Lo colgué del libro de los Hermanos Karamazov, que se encuentra sobre el escritorio donde escribo, porque así da la impresión de que estuviera escalando.
Hace un par de días, por la mañana, me acerqué al escritorio para buscar unos documentos y me llevé una sorpresa, los Hermanos Karamazov estaba abierto por las primeras páginas y la figura del Hombre Araña, encima del libro. Supuse que alguien de mi familia había sacado de su lugar el libro, usando al Araña como separador de hojas; coloqué el libro en su lugar y al muñeco, colgado en el lomo del mismo libro.
Hasta aquí todo bien; pero ayer por la mañana me encontré con la misma situación del día anterior: el libro de Dostoyevski abierto y al Hombre Araña entre sus páginas. Así que le pregunté a mi familia que quién de ellos estaba leyendo a los Karamazov. Nadie, me respondieron. Me sentí algo frustrado con la respuesta, porque los libros no se mueven solos ni abren sus hojas nomás porque sí.
La situación llegó a su límite hoy por la mañana, cuando volví a encontrar libro y al Hombre Araña en la misma posición que un día antes. Alguien de la familia mentía y estaba jugando conmigo, porque los juguetes solo toman vida en las pelis, como en las de Toy Story. ¿o no?... ¿O acaso mi Hombre Araña sería una figura de acción culta y estaría leyendo a Dostoyevski?, porque Peter Parker estudiaba Ciencias y era un alumno adelantado, seguro que también le interesaba la literatura.
Ahorita es de madrugada, cansado y con sueño, elucubra uno puras pendejadas. Pero por si acaso, ya guardé en un cajón la figura del Hombre Araña, retirado del libro de los Karamazov y de cualquier otro libro. ¿Soy egoísta por ello? ¿Por quitarle su lectura al Araña? No lo creo, más bien es una vaga aprensión que tengo y algo de miedo, porque no quisiera cualquier día de estos, encontrarme de veras a mi juguete del Hombre Araña, leyendo el libro.
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