Nuestra familia parte 7
Gabino lo animó para que él fuera a venderle los dulces.
-Buenas tardes ¿gusta dulces? – preguntó Emilio.
-Claro.
No le dijo nada después de verlo entregando garrafones en su casa.
A las nueve de la noche, Nuria se disponía a salir de la escuela. Ningún taxi pasaba por el rumbo.
-Buenas noches – dijo Emilio al bajar las escaleras del puente.
-Buenas noches.
-Está muy solo por aquí.
-Estoy esperando un taxi- respondió ella.
-Creo que vamos al mismo rumbo, nos podemos hacer compañía – le ofreció Emilio.
Ella aceptó desconfiada. En el camino platicaron.
-Oye, ese día – rompió el hielo – entraste a la casa.
-Desde hace algún tiempo que reparto agua en tu casa.
-Ya me di cuenta.
-No te había visto en la escuela.
-Estoy en primer semestre de administración.
-Yo soy maestra de pedagogía, también estudié en la escuela.
-Qué pequeño es el mundo. Vivimos por el mismo rumbo, y la escuela está cerca de nuestras casas.
-Eso es bueno.
La dejó en la puerta del fraccionamiento.
-Gracias por acompañarme. Me llamo Nuria.
-Emilio. Nos vemos mañana, descansa.
Nuria no quería confundir las cosas.
Al día siguiente, Emilio le ofreció los dulces de Gabino solo con el pretexto de verla. Con el paso del tiempo, Emilio esperaba a Nuria afuera del edificio para irse juntos.
Se hicieron buenos amigos, en la escuela platicaban como dos amigos, porque eso eran. Poco a poco, Nuria fue olvidando a Enrique, estaba quedando en el pasado para darle partido a lo que vendría para ella.
El primer semestre fue muy bueno para Emilio, sus calificaciones fueron buenas aprobando todas sus materias. Sus tíos estaban orgullosos de él. La amistad entre ellos crecía con los días, Nuria no quería hacerse ilusiones como con Enrique, pero Emilio era alguien diferente y estaba dispuesto a conquistarla y quitarle todas esas penas con las que cargaba Nuria.
La abuela de Nuria comenzó con problemas de salud y fallece en mayo. Para todos fue una situación terrible. Aquello desataría varios conflictos en casa de Nuria.
En la mañana, Emilio la buscó en su oficina a Nuria, se enteró por la secretaria de la situación. En la noche, Nuria estaba afuera en el estacionamiento. Emilio quería hablar con ella.
-En la escuela me dijeron lo que pasó.
-Mi abuela murió antier en su casa.
-Lo lamento. ¿quieres hablar?
-Necesito que alguien me abrace.
Emilio extendió sus brazos y la mujer se recargó en él.
Continuará…
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